Taegi||King omega.

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El aburrimiento era total para Min Yoongi, apenas había pasado la primera semana de castigo que su padre le había dejado en aquel palacio.Claro, el siempre se mantenía al tanto de lo que sucedía en el palacio gracias a su sirvienta Mijoo. El omega suspiró mientras tejía sobre la tela el poema de amor que hacía con hilos de oro como regalo para Kim Taehyung.

La puerta del cuarto se abrió, ingresando Mijoo con una sonrisa, el omega hizo una mueca y tiró aquella tela de seda con mucho malhumor dado que apenas llevaba cinco letras desde hace 7 días, sus manos se habían entumecido e incluso se pinchó varias veces.

—¿Y?—preguntó de un solo, se levantó para acercarse a su doncella, ya que le había pedido que vigilara cada movimiento de su esposo, la chica le miró con tranquilidad.

—No ha sucedido nada, desde que salió esta mañana de aquí, ha permanecido en la biblioteca, no ha entrado ni salido nadie más que ese ayudante que tiene. Así ha pasado los 7 dias anteriores, es lo mismo. No entiendo que le preocupa Princípe, el Noble Kim no está interesado en nadie ni siquiera en relacionarse con las personas de aquí.

—¿Pero cómo puede ser tan raro de no querer relacionarse con gente de poder?—preguntó para sentarse de nuevo en su silla—.No hace nada afuera y tampoco aquí adentro, ni siquiera para hacerme un bebé—hizo un puchero al recordar su noche de bodas—¡Solo hemos tenido sexo una vez Mijoo! ¿Cómo se supone que quedaré gestado a estas alturas?

Ambos escucharon unas voces afuera, el omega al reconocerlo se levantó de un solo y se arregló, salió del cuarto, viendo a su esposo conversar con el Eunuco Choi, Yoongi se enderezó empezando a caminar recto en dirección de su alfa, le ofreció una suave sonrisa tratando de verse delicado, ya que había leido en un libro que a los alfas le atraían los omegas que poseían una apariencia frágil.

—Has venido—dijo alzando el rostro y se puso enfrente del más alto—, me sorprende que regresaste mas temprano, es inusual.

—Cerraron la biblioteca por unos dias, resulta que unos estanques estaban mal diseñado y se rompió, asi que cayeron todos los libros. Por suerte no me encontraba en ese lugar, aunque a Jihoon le terminó de caer un libro en la cabeza. El está bien.

El Rey que iba a visitar a su hijo ya que no había podido toda la semana debido a trabajos del Reinado, se asomó un poco curioso ya que escuchó la voz del chico, al ver a su izquierda, pudo ver al ahora Noble Kim y Yoongi, el cual parecía decirle algo y trató de quitarle una basura que tenía en el cabello; pero el alfa rechazó aquella mano para luego retirarse a su cuarto en silencio. El omega respiró con profundidad tratando de contener sus lágrimas.

El Rey se mantuvo escondido unos dos minutos para que Yoongi no sospechara que lo había estado espiando sin querer. Luego dio indicaciones a su Eunuco para que diera su aviso, quien afirmó y como si recién llegaban, vio al príncipe que conversaba afuera con su fiel servidora.

—Atención...su majestad, el rey Min-Sik—alzó la voz aquel sirviente y se hizo a un lado con sumo respeto.

Yoongi vio a su padre y cuando ambas miradas se cruzaron, se giró sobre sus talones para ingresar al cuarto, dejando en claro su molestia.

—¡Espera, cachorrito!—chilló el Rey un poco preocupado al notar que su hijo no deseaba conversar con él—, Yoongi.

—Me castigas, me encierras dos semanas en este palacio. Ni siquiera me escuchaste la razón del porque me enojé con mi sobrina ¡Y no vienes a verme!—le gritó para ingresar a su cuarto y se sentó a su silla, de brazos cruzados y puchero en el rostro.

—Hice mal, lo siento. Pero si no te castigaba, iban pensar que te consiento mucho. Debo ser justo con todos.

—¡A mi sobrina no le dijiste nada!