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Yoongi depositó un plato hondo frente a un conejo. Había estado midiendo cuantas gotas se necesitaría para paralizar el cuerpo con el veneno que aquel brujo de Jung Hoseok le había entregado, giró su reloj de arena y suspiró, en eso vio que el animal cayó a un lado, Yoongi hizo una mueca, empezando a contar.

Pasada una hora, el omega notó que aquel conejo ya no se levantó, se acercó y tocó la suave piel, suspiró y miró en dirección del reloj de arena, bien, había calculado cual era la cantidad perfecta para ser consumido sin llegar a la muerte. Se tocó su vientre y tomó con cuidado un pequeño pastelito, lo masticó, contemplando al conejo sin vida e hizo una mueca, Mijoo ingresó e hizo una reverencia a su amo, dejando sobre la mesa de aquel jardin, una taza de té negro.

—Entierra al conejo—pidió Yoongi con desgano, tocó su pesado vientre de 9 meses y suspiró algo desanimado—. Este no ha sido mi mejor embarazo.

—Debe ser porque se encuentra demasiado preocupado, amo—afirmó la doncella con una calida sonrisa. Yoongi dio un sorbo a su té que había sido endulzado con miel, sonrió satisfecho—. Ya se encuentra en su primera semana del noveno mes, pero en cualquier momento nacerá otro principe, o princesa—afirmó con sumo orgullo aquella mujer.

—Pensé que le iba a ganar a mi hermana, pero ella ya tuvo a su quinto hijo—negó quejoso y desvió la mirada.

—Amo, no es una competencia quien da mas bebés a la dinastia.

—¡Por supuesto que lo es! nuestra vida depende de eso—recalcó Yoongi acariciando su vientre—. No todos mis hermanos llegaron a adultos, de los 11 que eramos, mira, solo quedamos cinco hermanos. Papá no tuvo que pelear por la corona, debido a que solo sobrevivió él y mi tia Honey. Ojalá así hubiera sido para nosotros.

—Amo—le sonrió aquella doncella—, hoy es el cumpleaños de su esposo.

Yoongi contempló de un solo a la doncella al recordarlo, chilló por sus adentros: "¡Había estado tan enfocado en otras cosas, que olvidó el cumpleaños de su esposo!" se dio varios golpes en la frente y miró a su amiga.

—¿Por qué me lo dices hasta ahora? ¡Que se supone que le regalaré! no he hecho nada.

—Pensé que ya lo sabía.

—¡Agh, soy el peor esposo!—se dijo a si mismo y se levantó de un solo, apresuró su caminar en dirección del cuarto en búsqueda de algo, ingresó a la sala y abrió los cajones—¿Debería tener algo por aquí? ¿Qué le puedo dar? no puedo coser algo en estos momentos, eso lleva tiempo...y si le digo que su regalo soy yo?—rió nervioso tratando de darse animos, se sentó en su silla y suspiró con un puchero—¡Ah!

—Amo ¿Y si le hace alguna cena al joven Kim? le ayudaremos a adornar el cuarto y hacen una cena juntos.

—¡Park Hyung Sik!—gritó con sus fuertes pulmones. El soldado que estaba afuera del cuarto entró corriendo, se hincó y se deslizó en el proceso, se sostuvo a tiempo y alzó el rostro—¿Si, su alteza?

—Necesito que vayas a una tienda de joyeria y quiero que pidas un protector hecho de jade y que sea bendecido por un monje, quiero que tenga detrás mi nombre y el de mi esposo. Que haga la figura de un tigre—ordenó y le hizo un gesto a su doncella a una bolsa de monedas, Mijoo la tomó y se la entregó al soldado—, ah, vere como le digo a mi esposo que su regalo vendrá en un mes.

—¡Ahorita, su alteza!

El soldado salió corriendo a tropezones para cumplir la misión de su amo, Yoongi tomó un abanico y sonrió esplendido al haberse liberado de dar el regalo a su esposo, aunque se tardaría mucho en ser entregado, ya que debían elegir un buen jade y además de eso, diseñarlo y ser bendecido, llevaba su tiempo.

Taegi||King omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora