No Promises ||James Potter|| ✔️

12. ¿James?

20 de febrero de 1979

Me desperté unos días antes realmente desorientada, ni siquiera había sido capaz de saber donde estábamos con exactitud hasta que vi a mi hermano a mi lado diciendo que estábamos en San Mungo.

Igualmente, no podía creer que ellos me hubieran llevado ahí, muy en el fondo de mi persona creía que me dejarían morir, eso era lo que pensé y, por una parte, era lo que estaba haciendo.

Ahora ya me encontraba en mi habitación, pero en la casa de los Malfoy, ya que hoy habría una reunión demasiado importante, nadie me dijo de que trataba, incluso Regulus había venido para esta reunión tan importante.

No sabía por qué tanto misterio, ni siquiera por mucho que le insistiera a Regulus, él me dijo que ya lo vería una vez que estuviéramos todos sentados en la mesa. Lo más raro todavía es que ni siquiera hablaban de mi boda con Regulus, algo que sí me sorprendía porque todos estos meses no dejaron de hablar de eso y ahora todo estaba olvidado. 

Me acerqué a mi madre para hablar con ella sobre la boda, ni siquiera me dedico una mala mirada.

—¿Necesitas algo querida? —sinceramente no estaba para nada acostumbrada a que mi madre actuara de esta manera conmigo, era algo realmente raro y confuso.

¿Qué había pasado en el tiempo que estuve en coma? 

Ni siquiera sabía algo de James y eso me preocupaba demasiado porque no quería que nada malo le hubiera pasado. Era muy consciente de lo que eran capaces de hacer mi familia y tenía demasiado miedo de que le hubieran hecho algo.

—¿Qué ha pasado con la boda? —ella me miró.

—Está cancelada, al parecer el Señor Oscuro tiene otros planes para ti querida —abrí los ojos de golpe. 

Mi madre no dijo nada más y caminó por el pasillo dejándome sola, pensando en las posibles razones de porque la boda ya no seguía adelante y ninguna me convencía demasiado. 

¿Cómo era posible todo eso?

El resto de la tarde me la pasé caminando por los pasillos hasta por fin encontrar la biblioteca, así que me quede ahí inmersa en tantos libros ignorando la realidad que me golpearía una vez que saliera de ahí.

Quería conservar la poca libertad que me quedaba porque sabía que una vez fuera un montón de mortífagos estarían preparados para la reunión a la que lastimosamente debería asistir.

No me hacía gracia presenciar todos los planes que tenía Voldemort contra el Mundo Mágico, y mucho menos quería formar parte de ellos. Era algo que aborrecía y siempre sería así. No habría nada que lograra que cambiara de opinión.

Me preocupaba no saber nada de James, ni siquiera Regulus quería contarme, aunque tampoco sabia porque me evitaba. Siempre que quería acercarme a él, se iba o me daba unas respuestas cortas para que dejara el tema.

Quería saber que había hecho mal para poder arreglarlo, una parte de mi creía que era por lo que había hecho. Sabía que había sido algo horrible, porque si no me hubieran salvado, hubiera dejado a varias personas devastadas. Era algo que en su momento no había pensado con detenimiento, pero ahora me sentía demasiado culpable.

De pronto alguien entró en la biblioteca y pude ver que se trataba de Regulus, estaba segura de que él no se había dado cuenta de mi presencia y si era todo lo contrario, pues estaba haciendo como si no existiera.

Le vi cogiendo un libro y sentándose lejos disfrutando de la lectura, supuse que este sería el momento perfecto para hablar con él porque después de todo era mi mejor amigo y no quería estar de esta forma con él.

Así que me levanté de mi lugar y camine a paso firme hasta Regulus, logrando su atención.

—¿Ocurre algo Amelie? —me preguntó sin dejar de verme.

—Eso me gustaría saber a mí, desde que me desperté has estado demasiado ausente y cuando quiero hablar conmigo me evitas o me das respuestas frías. ¿Qué hice Reg? Necesito saberlo para arreglarlo, porque no quiero perderte, eres mi mejor amigo y necesito saber que estamos bien —susurré con lágrimas en los ojos.

—Amelie, te prometo que no pasa nada. Simplemente, he tenido demasiadas cosas en la cabeza y no es que esté en mi mejor humor, por eso te evito para no descargar mi enfado contigo. Pero te prometo que no has hecho nada malo.

No sabía si creerle, aunque también era verdad que últimamente tenía más cosas que hacer y era entendible porque era algo que no quería hacer, pero estaba obligado, así que, por una parte, le creía porque era algo demasiado duro para él.

—Bien, pero quiero que sepas que siempre voy a estar ahí parta ti en todo lo que necesites, no estas solo, me tienes a mí que sbes que seria capaz de hacer cualquier cosa por ti —él asintio.

Acortó la distancia que nos separaba y me estrechó en sus brazos. Yo le abracé con la misma intensidad, le había echado demasiado de menos.

—Lo siento mucho por haberte hecho sentir mal, en serio, no era mi intención. Además, estaba un poco alejado porque joder, pensé que te perdería Amelie. Cuando te vi inconsciente, sentí que una parte de mí se iba contigo, eres lo más cercana que tengo a una hermana y no me gustaría perderte por nada del mundo. Estuve contigo casi todo el tiempo, al igual que los demás. Nunca vi a tus padres tan preocupados como los vi en ese momento, me sorprendió demasiado, pero bueno, sigo odiándoles por todo lo que te hicieron.

Sonreí un poco.

—Lo siento por haberos hecho esto, yo en ese momento no pensé con claridad todo, solo quería acabar con todo eso, quitar todo el dolor que estaba sintiendo. Lo siento mucho Reg, te prometo que no volverá a pasar —susurré dejando que las lágrimas salieran de mis ojos. 

Nos separamos y Reg me agarró con cuidado el rostro para verme y quitarme las lágrimas delicadamente.

—No te disculpes, no tienes la culpa de nada. Te entiendo, y sé que esa decisión no fue fácil para ti y estoy devastado al verte así, porque lo único que quería y quiero para ti es que siempre seas feliz y sé que eso se está haciendo imposible —susurró él y yo asentí.

De pronto alguien entró en la biblioteca y pudimos ver que se trataba de Evan.

—La reunión va a empezar, debemos irnos —los dos asentimos y caminamos por el pasillo hasta la sala de reuniones. Regulus y yo nos sentamos juntos y él me agarró de la mano por debajo de la mesa.

Voldemort entró por la puerta sin expresión alguna y se sentó en su sitio correspondiente para dar comienzo a la reunión. Estaba demasiado asustada por lo que tendría que oír. No sabía si estaba preparada para escuchar todo lo que habían hecho o para oír todo lo que iba a hacer.

—Antes de empezar la reunión, me gustaría dar la bienvenida a un nuevo miembro en nuestras filas. 

De pronto las puertas se abrieron dejándome ver a alguien que nunca pensé que formaría parte de las filas de Voldemort. ¿Qué hacía aquí?

Esto no podía estar pasando, él no tenía que estar aquí. Estuve a punto de levantarme cuando Reg me apretó la mano para que no lo hiciera.

Miré a la persona con lágrimas en los ojos, mientras que él estaba ahí sin ninguna expresión. Tenía miedo por él, tenía muchísimo miedo.

—¿James? —susurré.

NOTA DE AUTORA

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