20 de octubre de 1978
James Potter
Habían pasado ya unos días desde mi encuentro con Amelie, y al verla se me rompió el alma, no podía creer en el estado en el que se encontraba. Estaba más delgada, tenía ojeras por no haber dormido correctamente. El problema eran sus padres, porque según Regulus, las cosas estaban demasiado complicadas y él no podía hacer mucho porque debía terminar su año en Hogwarts.
Estaba demasiado agradecido con él por todo lo que estaba haciendo por Amelie, y creo que nunca podría agradecérselo del todo.
Aún recuerdo cuando semanas antes me había citado en Hogwarts, estoy seguro de que también lo preparó con antelación, porque había espías por todas partes y lo menos que quería él es que algo malo le pasara a Amelie. Le entendía perfectamente, si algo le pasara a Amelie estaría perdido.
Nunca me imaginé una vida sin ella, aun recuerdo cuando la conocí por primer a vez y como logró cautivarme, solo era una chica que quería ser feliz y me partía el alma al saber que no lo era por culpa de sus padres.
Sabía que al igual que yo, Reg haría todo lo que fuera para verla feliz. Aunque no iba a negarlo, Reg tenía demasiadas responsabilidades para su edad y no era para nada justo.
Solo era un niño, veía a Sirius todas las noches sufrir por su hermano, él en ningún momento quiso dejarlo ahí y se sentía culpable por irse sin él.
Sirius sabía que Reg merecía ser feliz, después de todo lo que pasaron los dos merecían ser felices de una vez por todas.
Me encontraba en mi habitación viendo una foto que tenía con Amelie, recuerdo que le pedí a Sirius que la tomara a escondidas y la verdad es que salía demasiado hermosa en ella.
Salía riendo por uno de mis chistes malos, incluso podía ver en la foto ese brillo que tanto amaba en ella, ella realmente feliz.
Nunca pensé que podría hacerle feliz, pero lo hice, la foto y todos nuestros momentos juntos lo demostraba, ella no era de abrirse tan fácilmente, ella no era de reírse, pero lo hizo conmigo. Fui su primera vez en todo y me sentía demasiado bien al saber que pude hacerla feliz.
Haría lo que fuera para que tuviera esa sonrisa siempre, quemaría el mundo por ella, de eso no había duda. Sería capaz de hacer cualquier cosa por ella, la amaba demasiado como para dejar que algo malo le pasara.
Se lo prometí, no dejaría que nada malo le pasara.
Pensé que nunca podría volverla a ver, pero gracias a Regulus pude verla. No podía explicar todo lo que sentí por ella, eran muchas emociones que no podía explicar, pero sabía que sería capaz de hacer cualquier cosa por ella, no era ningún misterio.
Ella era mi vida y si alguna vez a ella le pasara algo, sería mi miseria.
No podía permitir que nada malo le pasara.
—James —levanté la mirada para ver a Sirius con una pequeña sonrisa.
Estábamos en el Ministerio haciendo nuestras prácticas y estaba agotado, pero no iba a decirlo, porque sabía como era Sirius y sinceramente dormir en mi caso no era una opción.
Estaba cansado de toda esta situación, solo quería proteger a Amelie, pero las cosas se estaban poniendo demasiado mal, y no sabía como hacerlo.
—¿Qué ocurre?
—¿Qué te pasa? —Sirius se sentó a mi lado— Estás aún más distraído que antes.
Sirius y yo teníamos demasiadas conversaciones acerca de lo mismo y en todas ellas él me escuchó sin decirme nada malo, incluso me dio la razón, pero sentía que de verdad le cansaba hablar del tema, a pesar de que él me había dicho que no.
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No Promises ||James Potter|| ✔️
Hayran KurguDonde James Potter está cansando de ser el bueno. O Donde Amelie Rosier le demuestra el mundo horrible en el que se ha metido.