10 de diciembre de 1978
James Potter
Todos los días eran iguales, no había nada nuevo. No sabía nada de Amelie, no sabía nada de Regulus y no podía hacer nada para saber como estaban, no podía arriesgarme a que algo malo les pasara.
No podía ni pensar en que pudieran hacerle algo malo a ella, estás últimas semanas había tenido muchas pesadillas donde la perdía a manos de esos malditos mortífagos. Siempre eran iguales.
Los mortífagos agarrándome, Voldemort al frente con esa sonrisa desagradable y Amelie en el centro viéndome con lágrimas en los ojos.
—¡James! —gritó ella queriendo acercarse a mí, pero dos mortífagos no la dejaron. Yo intenté soltarme de los idiotas que me tenían sujeto, pero fue en vano, porque al final no podía hacer nada para ayudarla.
Necesitaba salvarla, pero era algo extraño, era una sensación horrible verla pidiéndome ayuda y yo sin poder hacer nada.
—¡Dejarla en paz! —espeté molesto, mientras lo intentaba una vez más sin éxito alguno— ¡Dejarla en paz de una vez! ¡Os mataré a todos! —Bellatrix estaba ahí, riéndose como la loca que era. Sirius tenía mucha razón, no muchos de su familia estaban cuerdos y eso se veía perfectamente con Bellatrix.
—¿Lo habéis oído? Nos va a matar si la tocamos —dijo ella riéndose mientras se acercaba a Amelie, los dos mortífagos la acostaron bruscamente al suelo, haciendo que ella soltara varios quejidos. Intenté soltarme, odiaba verla de esa manera y que yo no pudiera hacer nada para evitarlo.
Debía salvarla cuanto antes de ellos.
—¡James! —sollozó ella mientras me miraba, Bellatrix se agachó agarrando el brazo de ella y empezó a hacerle algunos cortes en el brazo.
Amelie gritó con todas sus fuerzas haciendo que mi corazón se encogiera y lágrimas amenazaran con salir de mis ojos. Estaba demasiado enfadado conmigo mismo, debía hacer algo, miré por todas partes para ver como poder ayudarla, pero no podía.
Bellatrix siguió con su trabajo mientras que Amelie intentaba soltarse sin éxito, pude ver su rostro lleno de dolor. En un momento dejó de gritar y se quedó inmóvil, pensé que la había perdido, pero vi como débilmente su pecho subía y bajaba, dejándome saber que seguía con vida.
La miré, pero ella no me miraba a mí, era como si su mirada estuviera perdida.
—¡Amelie! —ni siquiera con el grito dirigió su mirada hacia mí.
Bellatrix se levantó con esa sonrisa malévola y me miró.
—¿Ves lo que has hecho? Si tú no te hubieras mentido en todo esto, ella estaría tranquila, casada con Regulus, pero te mentiste, así que ella pagara las consecuencias de tus actos querido. Si tanto querías protegerla, no le hubieras hecho pasar por todo esto —ella miró a Amelie señalándola para luego verme a mí— Qué ella este así es culpa tuya querido Potter. ¿De verdad creíste por algún momento que vosotros dos podríais tener una vida de en cuento? ¿En serio? Reacciona querido, las cosas no son de color rosa y ella tiene obligaciones que cumplir, y tú no serás un impedimento, aunque bueno, pensándolo mejor, ella debe pagar por todo lo que hizo para protegerte, para proteger a un maldito traidor como tú.
—Por favor déjenla en paz —susurré con lágrimas en los ojos viendo a Amelie, odiaba verla así.
Iba a morir y yo vería eso.
—Me temo que no podemos hacer eso querido Potter, vas a ver como el amor de tu vida muere enfrente de tus ojos y tú no podrás hacer nada para evitarlo. Así que despídete muy bien de ella.
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No Promises ||James Potter|| ✔️
Fiksi PenggemarDonde James Potter está cansando de ser el bueno. O Donde Amelie Rosier le demuestra el mundo horrible en el que se ha metido.