Vida doméstica

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El olor de hotcakes y café inundaban aquél departamento. 

Tres personas se encontraban en la cocina preparando todo para el desayuno.

Algo de desorden por aquí y por allá. Risas y pláticas cotidianas.

Un chico rubio volteando el último hotcake y un chico de cabellos verdes intentando hacer una cola de caballo a su pequeña hija. 

—Eres un inútil, Izuku. Deja. — Katsuki tomó el lugar de Izuku y comenzó a peinar el cabello dorado de su hija con sumo cuidado.

—A papi Izu le tiemblan las manos cuando me peina— rio con ternura la pequeña.

—Es un miedoso. — contestó Katsuki mientras tomaba una liga para agarrar el cabello. 

—Papi Izu miedoso. —Repitió mientras volvía a reír.

—Oigan, no es justo. Papi Suki también siente miedo. —Izuku intentaba defenderse, aquello siempre era lo mismo, su hija y su esposo siempre se unían en su contra.

—Sí, pero no lloro por cualquier cosa.

Izuku hizo un puchero aunque realmente no estaba molesto. Aquellas palabras no habían sido dichas con ánimos de hacer daño. Si no, con la intensión simple de molestar y hacer reír a su pequeña hija. 

—Lista. 

—¡Tengo el mejor peinado de toda la escuela! 

La pequeña corría alrededor de la mesa de desayuno, aunque al instante fue alzada por Izuku, simulando cómo ella podía volar. 

Las risas inundaron aquella habitación. Eran una hermosa familia, donde ambos eran héroes activos, aunque intentaban turnarse los días laborales para no descuidar a su pequeña, a quien tuvieron la dicha de poder adoptar. 

A veces deseaban poder ser una familia "normal", porque obviamente sus vidas siempre estaban en constante peligro, sin embargo, el hecho de estar viviendo uno de sus sueños, no significaba que tuvieran que hacer a un lado los demás.

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Katsudeku/Bakudeku Flufftober 2022 #flufftober2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora