Katsudeku/Bakudeku Flufftober 2022 #flufftober2022

Lesiones y cuidados.

Izuku era alguien demasiado mimado para el gusto de Katsuki.

Pero es que, maldita sea, no podía siquiera quejarse porque él era el primero en darle su buena dosis de mimos a Izuku con sólo una mirada de éste.

¡Parecía un jodido manipulador, poniendo esos malditos ojos del gato con botas!

Sabía bien que no podía negarse.

Y todo era peor cuando se lastimaba. ¡Claro! se había roto cada puto hueso del cuerpo en el pasado y nunca, NUNCA, le había visto poner esa maldita cara de borrego a medio morir para que alguien le cuidara.

Pero ¡ah!, ahora que eran novios, no podía ni rozar un puto objeto ni un poco, sin que fuera corriendo con él para que lo abrazara y le diera muchos besos en la parte afectada.

—Izuku, sólo rozaste el mueble.

—Pero Kacchan, duele.

Y otra vez esos estúpidos y hermosos ojos lo miraban suplicantes.

Katsuki estaba a punto de darse la vuelta, sin embargo Izuku, cual sucio manipulador, dejó caer una lágrima.

¡Hijo de la grandísima....!

—Ven acá. — dijo Katsuki suspirando.

No le molestaba mimar a Izuku, más bien si pudiera estar haciéndolo todo el día, lo haría sin problema. Más bien se molestaba con él mismo por ser tan débil ante unas simples palabras y miradas. 

—Si quieres que sea un jodido cursi contigo, sólo tienes que decirlo. 

Comentó Katsuki mientras le revolvía el cabello a Izuku para después bajar su mano su pierna y masajearla un poco a modo de que "aliviara" el supuesto dolor.

—Lo...lo siento Kacchan. Es que, no pude evitarlo. Se siente tan bien cuando cuidas de mi.

—Siempre estoy cuidando de ti, estúpido despistado.

Izuku soltó una risa mientras abrazaba a Katsuki.

—Lo sé, sólo... es que siempre quiero más de Kacchan.

Algo dentro de Katsuki se revolvió. Apretó los labios y se sintió vulnerable. Maldita sea Izuku, lo tenía idiotizado completamente.

—Entonces no me detendré jamás aunque digas que tienes suficiente de mi. En todos lo sentidos. Quedas advertido, nerd de mierda.

Katsuki seguiría protegiendo a Izuku. Seguiría curando las heridas que no pudiera evitar que se hiciera. Fuese cual fuese, estaría ahí, así como sabía que Izuku estaría para él. 

—Kacchan, era la otra pierna la que tenías que masajear.

—Cierra el pico.