Capítulo 33

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RIKU

Al abrir los ojos me encontré que estaba tumbado en una habitación hecha de hielo. A pesar del aspecto de la habitación no hacía demasiado frío y una luz que llegaba desde una terraza abierta iluminaba las paredes de hielo de forma que hacían la sala brillar con una suave luz azulada.

Decidí intentar levantarme, pero en seguida me arrepentí cuando un dolor punzante atacó mi hombro. Apreté los dientes de dolor y volví a tumbarme.

Me preguntaba que había pasado mientras estaba inconsciente? Habrían llegado Sora y los demás al lugar al que debían ir para ayudar a Anna? Estarían todos a salvo? Eso esperaba.

-Te sientes mejor?- Preguntó la voz de Elsa desde la puerta. Asentí lentamente mientras la muchacha de pelo rubio platino caminó hasta donde me encontraba y se sentó a mi lado, observando primero mi estómago y luego mi hombro. Por muy increíble que pareciera, la herida del estómago ya estaba casi curada... Cuanto tiempo había estado inconsciente?

-Gracias por salvarme.- Dije finalmente tras aceptar el asunto de mis heridas.

-Era lo menos que podía hacer... después de todo fui yo quien...- Su voz bajó hasta un nivel inaudible en la última parte, pero no me hacía falta oírlo, entendía lo que quería decir.

-No es culpa tuya. No podías saber lo que haría ese muñeco de nieve después de que Anna le enfadara.

Ella suspiró y asintió. -Creo que no me he presentado. Mi nombre es Elsa.

-Encantado Elsa, yo soy Riku.

Ella me sonrió y yo le devolví la sonrisa, luego con un movimiento de sus manos y usando sus poderes, hizo aparecer algo parecido a una tela blanca, algo más larga de la venda negra que solía llevar en los ojos.

-Cómo hiciste eso?- Pregunté sorprendido. Ya le había visto crear de la nada ese muñeco pero... también puede hacer aparecer telas?!

-Desde que nací tengo este poder.- Empezó diciendo mientras vendaba la tela alrededor de la herida de mi hombro. -Cuando éramos pequeñas, Anna y yo solíamos siempre jugar usando estos poderes, ya que podía crear nieve de la nada. Pero una noche, ella me despertó y me preguntó si quería hacerle un muñeco de nieve, ella sabía que yo no podría decirle que no. La seguí hasta el salón y jugamos inocentemente, pero las cosas salieron mal.- Vi que los ojos de Elsa empezaban a llenarse de lágrimas.- No era mi intención pero ella... empezó a saltar demasiado rápido sobre los pilares de hielo que creaba, yo no era capaz de seguir su ritmo y sin querer le di con mi magia...

Elsa respiró hondo y tapó sus ojos con su mano, vi que sus hombros temblaban levemente. No sabía exactamente que debía hacer, pero me sentía mal. Puse mi brazo bueno sobre sus hombros para tratar de calmarla. Finalmente comenzó a hablar de nuevo. -Mis padres nos llevaron a unos trolls que la salvaron cambiando sus recuerdos para que ella se olvidara de mis poderes. Yo me encerré en mi cuarto y escondí mis poderes de todos. Mis padres me ayudaban mientras seguían aún vivos, pero cuando me coronaron reina, todo salió mal de nuevo! Vine aquí para poder ser yo misma sin poner en peligro la vida de Anna ni de nadie más.

-Elsa...- Iba  a decir algo, pero un fuerte ruido que provenía de escaleras abajo me interrumpió.

Elsa y yo bajamos las escaleras corriendo y nos encontramos a varios hombres armados a las puertas del castillo de Elsa.

-Arrestad a la reina!- Gritó uno de ellos.

Saqué mi Llave Espada y me adelanté. -Elsa huye rápido! Yo les entretengo!

Elsa asintió y volvió a entrar al Castillo. -Que no escape!- Gritó uno de los hombres.

Ataqué con mi llave espada a varios de los hombres, que bloquearon mis ataques con sus espadas, pero la mía era mucho más poderosa y les desarmé con mucha facilidad.

-Maldito crío!- Gritó uno de ellos que se había quedado atrás con otros dos. Dos de ellos parecían guardaespaldas o algo así y uno de ellos, que era más bajo que ellos pero más alto que yo y vestía de forma elegante, como si fuera de la realeza.

Uno de los "guardaespaldas" iba a atacarme, pero el elegante le paró. -Dejad, yo me encargo.- Dijo de forma segura.

Levanté mi espada de forma defensiva mientras el hombre se acercaba a mí con la suya, preparado para atacar. No me esperaba que en vez de que me atacara con su espada, una ola de oscuridad se golpeara fuertemente en mi pecho y me lanzara hacia el abismo sobre el que estaba construido el castillo.

Cerré mis ojos fuertemente cuando sentí mi cuerpo caer sobre una superficie sólida. La caída hizo daño en mi brazo herido pero honestamente pensé que ni siquiera sobreviviría. Y resulta que casi ni dolió. Abrí los ojos para ver que había aterrizado sobre una superficie de hielo que había aparecido de la nada del castillo, al mirar hacia arriba pude ver a Elsa con la mano extendida hacia el abismo.

Ella me sonrió claramente aliviada, pero no duró mucho. -Está allí! En el piso de arriba!- Gritó uno de los hombres desde dentro del castillo.

Me levanté rápidamente y corrí dentro del castillo, subiendo las escaleras de hielo hasta donde estaba Elsa.

Ella tenía a uno de los hombres atrapado en una barrera de hielo, y estaba empujando a otro hacia la terraza con un enorme bloque de hielo con pinchos saliendo de el. No veía al tercer hombre por ningún sitio.

-Elsa!- Exclamé sorprendido, pero aliviado que estuviera bien. -Detente por favor tú no eres así!

Ella me miró, y tras vacilar un momento, detuvo sus ataques.

-NO!- Oí a alguien gritar, y el tercer hombre salió de detrás de mí y corrió al hombre de la barrera, que apuntaba a Elsa con una ballesta. El hombre que vestía elegante le empujó de forma que el disparo se desvió, pero la flecha dio a la enorme lámpara del techo.

-Cuidado!- Exclamé antes de correr y empujar a Elsa del medio justo a tiempo para que no la aplastara. Lo mismo no puedo decir de mí, ya que una vez más perdí la consciencia.

SORA

-Chicos tenemos que darnos prisa!- Exclamó Kairi preocupada mientras corríamos lo más rápido que podíamos hacia Arendelle.

Íbamos corriendo justo detrás de Sven, sobre el que iban montados Kristoff, Anna y Olaf. La condición de Anna había empeorado muchísimo desde que nos fuimos del hogar de esos trolls. Al parecer el corazón de Anna se estaba congelando por la magia de su hermana, y si sólo un acto de amor verdadero podía salvarla. Teníamos que llegar a Arendelle lo más rápido que podíamos.

-Estamos cerca!- Gritó Kristoff y efectivamente, algunas casas cubiertas de nieve comenzaron a verse a lo lejos.

-Os veo allí chicos!- Exclamó Olaf, no nos habíamos dado cuenta que se había caído de Sven, y ahora estaba deslizándose hacia las casas! Roxas, Kairi y yo nos detuvimos un momento para recuperar el aliento.

-Voy detrás de él a asegurarme que no se mete en problemas.- Dijo Roxas y empezó a correr tras Olaf.

A Roxas no le dio tiempo ni a llegar antes de que oyéramos la voz de Olaf decir: -Hola, mi nombre es Olaf y me gustan los abrazos calentitos!- Seguido por gritos de pánico.

-Creo que ya es tarde. Voy contigo Roxas!- Dijo Kairi siguiéndole, pero se giró para decirme algo primero. - Sora, tú asegúrate que Anna y Kristoff lleguen a salvo a Arendelle!

Yo asentí y empecé a correr de nuevo tras el reno. Espero que lleguemos a tiempo.

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Hola! Aquí tenéis el nuevo cap ^^ Gracias a todos los que votaron y muchísimas gracias a @madeelsaluchia @Angie24052 @CopeCris @joty45 @avariciusdark82 y a @Lokran99 por darme vuestras ideas y opiniones para este y los siguientes capítulos por comentarios o mensajes privados. Por falta de tiempo decidí separar este último capítulo de Frozen en 2, pero no os preocupéis, subiré pronto el último.

~Ninatigerlily

Kingdom Hearts 3: The Keyblade WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora