Capítulo 1

2K 63 0
                                    

Un nuevo día en ese lugar, nuevamente todos se disponían a realizar esa rutina que después de un año se había establecido para el funcionamiento de cada área y poder subsistir en paz, cada uno en ese lugar tenían sus actividades todos sabían que tenían que hacer exactamente, parecía que a ninguno le importaba el que estuvieran encerrados aparentemente sin una salida que los pudiera sacar de ese lugar donde diariamente se esforzaban por salir a delante con los pocos recursos que se les proporcionaban mes con mes desde que llegaron hay, otra vez me encontraba sentada frente a esas cámaras que me permitían ver a mis amigos y al chico al que amo, recordándome que ellos eran el motivo por el cual me sacrifique para el estúpido experimento que C.R.U.E.L. tenía en mente para mejorar a la raza humana y contrarrestar la llamarada, me habían realizado tantos estudios desde que obtuvieron algo más o menos cercano a los resultados de lo que esperaban, pero lastimosamente para ellos nada de lo que hicieron les sirvió para realizar o encontrar una cura, ese echo resulto en la cancelación de dicho proyecto y fue la mejor noticia que recibí desde hace un  año, y es por eso que me encuentro viendo por última vez a mis amigos y el chico que amo, si se preguntan por qué, la respuesta es sencilla al no a ver resultado prometedor yo ya no le sirvo a esta horrible organización y por ello me asesinaran para no tener que esconderme de por vida.

Pero gracias a todo el tiempo que perdieron conmigo, es que mis amigos y él están a salvo ya que gracias al fallo en sus experimentos cancelaron y eliminaron toda información del caso, bueno casi toda la información yo soy su ultimo cabo suelto, pero eso será en unos días mientras tanto podo ver a mis amigos por última vez, pero estoy feliz ya que ellos están bien y pude evitar que a ninguno le hicieran lo mismo que me hicieron a mí, todo lo que soporte fue por ellos por mi familia.

- ¿Todavía sigues aquí? – pregunto mi mellizo, lo había sentido desde que entro, pero preferí ignorarlo.

- Es algo que no te importa – respondí sin interés, desde hace un año que mi relación con él se fracturo bastante.

- Ana por favor, quiero arreglar las cosas, quiero a mi melliza de nuevo a mi lado – dijo suplicante mientras se acercaba.

- Siempre estuve contigo, fuiste tu quien me hizo a un lado cuando te pedí que de tuvieras esta estupidez – dije tajantemente – preferiste seguir a la loca de Ave que salvar a nuestros amigos, preferiste que me convirtieran en esto antes de hacerle frente a ella – dije con melancolía en mi voz.

- No es cierto, sabes que hable miles de veces con ella para que te dejara en paz – dijo mientras se colocaba a mi altura – fue por ellos y por mí que tu aceptaste todo esto, porque sabias que de no ser tu escogerían a cualquiera de nosotros – dijo tomando mis manos.

En cierto punto tenía razón, yo acepte ser su maldito conejillo de indias para salvar a mis amigos y protegerlo de tener que pasar por todo eso, y es algo de lo que jamás me arrepentiré.

- Jamás me arrepentiré de mis decisiones Thomas, gracias al tiempo que perdieron conmigo ellos y tu están bien y ahora que sé que no hay peligro para nadie puedo estar tranquila – Sonreí mientras lo abrazaba – solo te pido que pase lo que pase trates de ayudarlos por favor, sacalos  de ahí – dije tratando de no llorar.

-Esta vez no voy a dejarte sola, no solo ellos saldrán de ahí – lo mire confundida – tú también te iras de aquí – dijo determinado.

- ¿Qué estás diciendo Thom? – pregunte sorprendida - no puedo irme, además ¿a dónde iría? Sabes en lo que me convirtieron, no puedo simplemente irme sin ser notada – dije un tanto inquieta de lo que mi mellizo podría estar pensando.

- Te tienes que ir, si te quedas en unos días ellos te mataran y no pienso perderte – guardo silencio por un momento, pero conocía a mi mellizo y sé que está pensando en cómo sacarme de aquí y que ellos no puedan impedirlo. -  el Laberinto – susurro tan bajo que si no fuera por mis nuevas habilidades no lo había escuchado.

- ¿Qué quieres decir? – pregunte mientras nos poníamos de pie.

- El Laberinto, te voy a mandar al laberinto Mary nos puede ayudar, si estas hay ni siquiera Ave podrá tocarte en cuanto pongas un pie hay –dijo decidido con su mirada puesta en mi – además escribiré una carta para Alby explicándole todo para que él esté al tanto de ti – dijo mientras salíamos de la zona de vigilancia

- Suponiendo que comprenda la carta Thomas ¿Cómo pretendes que esté tranquilo en cuanto me vea? – pregunte con preocupación, si bien perdería mis recuerdos de todo no me sentía cómoda con estar frente a ellos con mi nueva apariencia.

- Tranquila, mientras Mary se encarga de ti, yo intervendré los dispositivos de memoria en Alby, Minho y Newt, no podré hacer que recuerden todo, pero si lo esencial para que te recuerden a ti y no te dejen sola – hablo tan rápido que apenas entendí debido a la carrera que llevamos.

Está bien, esto está pasando muy rápido sé que lo que nos caracteriza a mi hermano y a mi es nuestro instinto suicida como la llamaba Minho, es nuestra habilidad para meternos en problemas, pero esto hasta cierto punto es ridículo necesitamos media hora para que me quiten mis recuerdos y para que él pueda sabotear los dispositivos de los chicos sin que se den cuenta.

Salí de mis pensamientos cuando entramos a la sala de preparación con Mary tras nosotros ¿desde cuándo está con nosotros?, mientras yo me recostaba en la cama Thomas desde su dispositivo se encargó de entrar al sistema para sabotear los dispositivos.

La protectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora