Capítulo 28

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Después de unos momentos de recuperar algo de aire los gritos de mis amigos taladraron mis oídos erizando cada pelo de mi cuerpo, pero sin dudarlo y con la idea de proteger a cuantos pudiera eran más importantes para mí.

Regrese al área encontrando mi hogar destruido algunas cosas estaban en llamas nuestro lugar para dormir destruido, la cocina que tanto nos ha costado levantar y adaptar estaba en llamas por todos lados, los chicos corriendo por todos lados con esas cosas usando nuestro hogar como parque de juegos.

Me lancé sobre el penitente que buscaba atacar a Gally cuando este corría hasta la caja y cuando pude lazarlo a un lado Gally podo esconderse en la caja con algunos habitantes más.

- ¿Ana, que estas asiendo? – cuestiono cuando me puso sobre ellos mirando alrededor tratando de encontrar a mis amigos y mi novio.

Escóndanse Gally, buscare a los demás, refugia a tantos como puedas

Ignorando sus gritos deje tanto de mi olor en la caja como pude esperando eso mantuviera alejados a esas bestias de mis amigos, corrí hasta la casa del consejo donde el olor de los chicos era más notable pero los gritos de Teresa me detuvieron y la vi frente un penitente que no tardo en cargar contra ella.

Pero logre interponerme entre ambos y una pelea salvaje se desato, mordidas, arañazos, y empujones entre ambos por llegar donde Thomas trataba de cubrir a Teresa, chille cuando volvió a morder entre mi cuello y logro azotarme en el suelo con fuerza sin importar cuanto use mis garras y trate de salir del agarre solo lograba encajar más los colmillos de esa cosa en mí.

- ¡Aléjate de ella, monstruo! – la voz de Minho llego a mis oídos y fue cuando los vi correr hasta nosotros con lanzas.

- ¡Levántate y aléjate! -  Thomas me grito cuando tomo uno de los faroles y entendiendo su idea nuevamente con dientes y garras pele por mi libertad lastimando tanto mis patas como mis costados hasta que logró salir del agarre y cambias posiciones.

Con fuerza lo inmovilice en el suelo hasta que Thomas lanzo el farol en nuestra dirección y cuando se estrelló contra el suelo brinque lejos del penitente y termine entre Newt y Thomas que no tardaran en correr en mi dirección cuando me recosté en el suelo.

- ¡¿Ana, estas bien?! – Newt me llamo tomando mi cabeza y maldije que notara las gotas de sangre en mi cuello.

- Tenemos que entrar a la sala del concejo – Thomas trato de lamentarme algo estúpido a mi parece ya que soy ridículamente más grande que él, - Por favor Ana levántate –

Thomas estoy cansada, solo dos minutos

Pedí cerrando los ojos, pero Minho me lo impidió sacudiendo mi cabeza evitando que mi intento de descanso se llevara.

- No te atrevas a dormirte, ¿escuchaste? – su orden precio más una súplica.

¡No me voy a morir idiota! Esas cosas son como los mosquitos te desases de uno y un enjambre.

Me queje mirando mal a mi amigo, pero mi descanso duro lo que Thomas dura lejos de los problemas ósea nada, le levante y mis garras no tardan en hacer contacto con el penitente y con mi cola empuje a los chicos hasta la casa del consejo donde Chuck y otros más se refugiaban.

No sé cómo demonios lo logre, pero logre deshacerme de esa cosa empujándola contra el fuego que Thomas hizo y el fétido olor sin duda era algo que no me gustaría volver a detectar nunca.










Narra Newt…

¿En qué momento todo se convirtió en un infierno?, la casa del consejo no nos protegería para siempre y nadie tenía idea de cómo sobrevivir la noche Alby estaba ausente perdido en su mente y Ana estaba afuera tratando de mantener lo más segura la cabaña de los penitentes, pero los chillidos que salían de ella cuando estaba en problemas sin duda me ponían nerviosos.

- Silencio, silencio – Thomas pidió mientras todos retrocedíamos.

Era claro que algo estaba en el techo y Ana no estaba cerca, y no sabía si agradecer eso o preocuparme de que algo le pudiera pasar, pero todo pensamiento abandono mi mente cuando un brazo de metal atravesó el techo y atrapo a Chuck tratando de sacarlo de la caballa.

- ¡No te sueltes! – Thomas pidió mientras nosotros tratábamos de tirar de el por los brazos.

- ¡Obvio no Thomas! – le respondió mirándonos esperando que tuviéramos una solución a todo esto.

Lo que paso después fue en cámara lenta, Alby ataco el metal con una cuchara de madera con una fuerza que solo vi en mi novia cuando ayudaba a los carpinteros, logro salvar a Chuck, pero sin preverlo otro brazo atravesó el techo y lo atrapo Thomas fue el único que pudo reaccionar a tiempo.

- Thomas, sácalos de aquí – fue lo que mis oídos captaron desde el zumbido de fondo, - Cuida de ella, es todo lo que tengo – fueron sus palabras antes de que el penitente lo sacara.

Todos corrimos fura de la caballa y pudimos ver como los penitentes abandonaban el lugar con algunos chicos que lo lograron escapar, pero el fuerte aullido de Ana nos obligó a verla correr hasta nosotros con intención de seguir al penitente que llevaba a Alby.

- ¡No, no detente! -  Minho y yo la pudimos detener sosteniéndola por los costados de su cuello.

- Cálmate, bola de pelos todo estará bien – trate de llamar su atención, pero sus ojos estaban clavados en las puertas del laberinto.

La poca fuerza que le quedaba le impedía luchar contra nosotros y poder soltarse de nuestro agarre.

¡Suéltenme, aun puedo salvarlo!, ¡Alby, papa!, por favor chicos suéltenme

Su voz tan rota calaba en lo más profundo de mi mente y corazón y sabía que en el de Minho también por la forma en que se aferraba a ella negándose a soltarla.

- Gally… - Thomas llamo, pero ninguno de nosotros quería soltarla por miedo que una vez libre corriera hasta el laberinto buscando a Alby.

Thomas cayó al suelo cuando Gally lo golpe y los demás habitantes lo detuvieron de seguir con sus golpes.

- Todo esto es culpa tuya – dijo mirando con odio a Thomas – Solo a eso viniste, a destruir lo que nos costó levantar y a dañarla a ella otra vez –

- Cálmate Gally – hable mirándolo desde nuestro lugar.

- Miren el área, ¡Ana, mírala Newt! – todos miramos en su dirección y los chillidos lastimeros justo con sus orejas gachas y las lágrimas en sus ojos fue algo que todos lamentamos profundamente.

Ella era la luz del área, pero ahora solo estaba una hija destrozada por la pérdida de su padre Minho y yo solo pudimos abrazarla con fuerza buscando traerla de regreso del shok que aún no salía de ella diciéndole que estábamos con ella y que nunca la dejaríamos.

- Tiene razón en mi culpa – la voz de Thomas nos obligó a mirarlo con la punta del penitente – Necesito recordar –

Fue todo lo que dijo antes de enterrarse al punto en la pierna cayendo inconsciente en segundos, pero mi corazón se aceleró en mido cuando Ana aulló con dolor y solo se desplomo en nuestros brazos cambiando su forma nuevamente.

- ¡Ana, Ana, despierta! – grite moviéndola esperando que abriera los ojos.

- Vamos a la enfermería - Minho la cargo y corrió hasta la cabaña, pero Teresa los detuvo.

- ¡Chuck trae la otra jeringa y una normal! – pido cuando rompió una de las mangas de su blusa y cuando divillo el suero la injerto en su brazo y después en Thomas.

Todo estaba destruido pero nuestra cabaña estaba intacta, entre con ella y Minho y Chuck, Thomas y Teresa terminaron en el agujero por órdenes de Gally.

Minho dijo que aria unas mochilas con todo lo necesario en caso de que tuviéramos que pasar otra noche como esta o… irnos de aquí, pero todo lo que quería era un lugar seguro para ella y para mi lejos de todo esto que los creadores crearon.

- Estaremos bien, solo no me dejes solo – pedí dejando un beso en su frente mientras limpiaba las heridas de sus manos.

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