│• Suiza •│

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Maratón 3/... soy caradura ¿no?
Lamento la demora.
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Agnes Ivanova.

Suiza.

Luego de horas de viaje tras haberme Hans subido a su hombro y perdido de la multitud en la oscuridad, aterrizamos en un campo repleto de pinos, con una sola área pequeña despejada donde el Dernsjet aterrizó. Cuando salí y vi el lugar, quedé maravillada.

— Es casi igual a mi Mansión. Tienen el mismo estilo — susurré.

Pero gracias a Dios, esta era una casa nada más, una casa muy grande, pero no una Mansión.

— Ven — Hans me giró y William se dirigió detrás de nosotros.

Cuando iba a mirar detrás de mí, Hans me regresó de vuelta a él. Fruncí el ceño y agudicé mis oídos para notar a una cuarta persona a lo lejos. Levanté mis ojos hacia Hans y me sonrojé cuando hallé su mirada profunda observando a detalle mi rostro, y cuando sonrió, fue peor.

— Está todo listo, señor — era una mujer — Si quiere algo en específico, mi hija subirá por ustedes. La camioneta está a su disposición.

— Gracias — le dijo William — ¿Ha llegado el pago correctamente?

— Todo muy bien, señor. Fue muy generoso al redoblar lo prometido, y la nevera está repleta también para ustedes. Que pase buenos días — la escuché alejarse y encender un motor viejo y ruidoso. Cuando se fue, vi que se trataba de una camioneta con carrocería de esos que se usaban en granjas.

Nos acercamos a William e ingresamos.

La casa olía tan bien que parecía haber sido limpiado solo hace un momento, y la sala, la sala era espaciosa, alta, el cual tenía de techo un cristal nada más. La arquitectura era minimalista y el diseño interno siendo un juego de negro, marrón y colores dorados oscuros. Las paredes de mármol brillante también oscuros. Todo era precioso.

— ¿Puedo darme un baño? — les pregunté — O vamos a darnos los tres, uno.

— La tina no es muy grande — aconsejó William — Te ves cansada, el viaje fue largo. Puedes ir a darte tu baño tú primero y luego comes algo para descansar.

La verdad es que sí.

Había sido largo el viaje y estaba con los músculos entumecidos. Posiblemente la preocupación de no haber traído mis cápsula ayudaba a eso.

T U Y O S (Míos #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora