│• El Paraíso •│ Parte 2

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●• La canción de elección es "Dancing with your ghost" pero como Wattpad jode, lo escuchan por su cuenta si quieren •●

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Agnes Ivanova.

Me tomé el tiempo necesario en el baño, preparé una tina con sales, pétalos de rosa, todo lo que hallé allí para mí propio gusto. Después de cuarenta y cinco minutos en el agua, salí en toalla y busqué en la maleta algo que ponerme.

Hallé el vestido suelto de color azul vino con las tiras de cadenita, que me había puesto en aquella ocasión en la Mansión, a lo cual no pude evitar sentir melancolía.

Había sido tan feliz sin saberlo.

Dejé a un lado aquello y busqué otro.

En medio de la exploración de la gran paleta, encontré uno bordó o color vino, bastante bonito y simple para la ocasión.

Era ajustado, no sabía que tanto para mi cuerpo, de una sola tira. Nada más que recalcar. El color inusual era lo más bonito. Me puse unos tacones negros y luego me peiné el cabello hacia un lado, dejándola en sus ondas naturales.

Los escuché cerca y salí apresurada de la habitación.

Mi corazón saltó al verlos.

Estaban tan guapos como solo ellos podían ser.

Ambos llevaban jeans, William un azul más claro que el otro, mientras Hans llevaba uno azul marino u oscuro; ambos también compartían camisas con las mangas dobladas hasta la mitad del brazo y desabotonados exactamente la misma cantidad de botones, Hans una blanca y William una beige; y para terminar zapatos de vestir.

Sin darnos cuenta, nos habíamos puesto de acuerdo para una cena semi elegante y fresca.

— Agnes, estas babeando — arrugue mi nariz confundida — y no sé en cual parte lo haces más — hice un puchero, divertida de su doble sentido, y me acerqué a ambos motivada.

— Luces hermosa — dijo Hans con tranquilamente pasando su pulgar por mi mejilla, con esa aura silenciosa y calculadora tan propia de él.

— Gracias, Director.

Me besó y le correspondí con el corazón en la mano. Tras largos segundos de disfrutar de su humedad, con mucho esfuerzo me separé de él y recibí a William quien no tardó nada en devorar mi boca con más intensidad, mientras Hans se alejaba de los dos.

Mi lengua rozó la suya y una corriente caliente se deslizó por todo mi cuerpo, estremeciéndome.

— Me la pone dura, PrimeBoss — se alejó de mí con una sonrisa sensual, acomodándose el paquete con descaro — Dios — rugió hundiendo su rostro en mi cuello — Eres tan hermosa — mordió suavemente mi piel y luego de acariciar ni mentón, se dirigió hacia Hans.

T U Y O S (Míos #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora