│• Depredadores Victoriosos •│

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Ya saben que trae sorpresas *guiño*
●• La canción es lo suficientemente larga para acompañar la lectura •●

Ya saben que trae sorpresas *guiño*●• La canción es lo suficientemente larga para acompañar la lectura •●

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Agnes Ivanova.

El silencio no era completo y los murmullos relajados haciendo pasar el tiempo, acompañaban la preciosa mañana sin el sol molestando y un viento fuerte azotando las copas de los grandes árboles.

La gran mayoría de los agentes seguían con sus actividades, incluso mi equipo no estaba presente a excepción de Brant que permanecía con el AMDA alejados de nosotros, pero pendientes a sus directores, sin embargo, los de alto rango, permanecía quietos mientras el avión a lo lejos se acercaba para ingresar por primera vez al ISO.

Estaban los científicos de todas las ramas, mandatarios de cada área, asuntos internos, abogados, líderes de Biología, Ingenieros, Arquitectos y muchos más.

Arthur y Grace, muy elegantes, se hallaban al frente, con William a la izquierda de ellos a lado de Grace, y Hans a la derecha de la pareja, a lado de Arthur. Noah Johnson y yo, a lado de Hans.

Mientras tanto el Consejo muy serios se posicionaban detrás nuestro y el resto del personal importante, atrás de ellos.

Miré mi vestido beige con el logo de la NASA en el pecho derecho, que venían a juego con los tacones cremita suave que me había puesto, alisé un poco la tela y miré al frente de nuevo cuando el avión aterrizó.

Traía una medía cola recogiendo mi cabello largo y ondulado, dejando caer en cascada el resto junto a varios mechones libres sobre mí rostro, para verme más natural. El labial rojo puro que decoraba mis labios, acompañaba el delineado simple pero prometedor sobre mis párpados haciéndome lucir elegante y hermosa.

— Es de caballeros admitir que se encuentra más hermosa de lo usual, Agente Phenix — escuché a mi mentor, quien miraba al frente desinteresado y tranquilo.

— Muchas gracias, Señor — me relamí los labios — Eso dice porque no me vio en la boda de mi padre.

— No hace falta, yo sé que tanta belleza posee con o sin un poco de maquillaje. Es un poder muy distintivo en usted — levanté mi mirada hacia él y apreté la sonrisa en mis labios antes de mirar al frente de nuevo con seriedad.

Posé mis manos hacia el frente, mientras los jefes más importantes iban descendiendo del avión, sin dejar de mirar a su alrededor, al fin y al cabo, ellos tenían el privilegio de conocer uno de los secretos más grandes del Mundo.

La extraño que encontré es que no eran muchos, como yo lo esperaba. Entonces supe que habían reducido personal estrictamente clasificado para entrar aquí.

Cuando la mirada azulada me encontró en el campo, una sonrisa depredadora, satisfactoria y tentadora se curvó en sus labios, estirando a la mía también. Sentí el calor subir a mi rostro mientras su mirada me recorría de pies a cabeza lentamente sin importarle que lo descubrieran haciéndolo.

T U Y O S (Míos #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora