III

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Los días siguientes la rutina se repitió, Jungkook se ofrecía a hacer las tareas en el bosque con tal de reunirse aunque sea un momento con aquel Dios.

-Sus manos están muy frías.- dijo acogiéndolas ente sus propias manos, estás más cálidas que las YoonGi.

-En el inframundo no es el lugar más cálido en el mundo.- se dejó llevar por el calor en las manos del Niño.

-Tampoco debe haber mucho sol.- YoonGi rió por lo bajo, sabía que lo decía por su piel pálida.

-¿Te gustaría conocerlo?- la pregunta lo tomó por sorpresa, no contesto de inmediato y apartó sus manos.

-No creo que sea lo correcto.- YoonGi lo miro a los ojos con seriedad.

-¿Por qué?- Jungkook no fue capaz de decir al menos una razón.- Sabes que no estoy aquí en busca de amigos.

Jungkook retrocedió un poco en su lugar, había sospechado eso cuando insistió tanto en volver a verlo y conocerlo, pero no pensó que sería tan directo.

-¿Ah no?- aun así, decidió fingir inocencia y siguió retrocediendo a la vez que YoonGi acercaba su cuerpo a él.

YoonGi achicó sus ojos, pero lejos de ofenderse por la reacción de Jungkook, le pareció divertido.


-Estoy aquí para cortejarte, lindo.

Jungkook myth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora