IX

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YoonGi estaba sentado en su trono, pensando en que podía hacer para que aquel obstinado humano que había captado su atención, accediera a su petición.

-Me han dicho que has estado paseando por tierras mortales ¿es eso cierto?- YoonGi no se molestó en mirar a NamJoon, el Dios del trueno, del cielo y soberano del Olimpo.

-¿Está prohibido acaso?- NamJoon negó.

-Esperaba que al menos tuvieras tiempo para venir a verme, a tu pequeño hermano, que no ha sabido nada de ti en mucho tiempo.

-Ese papel no te queda.- YoonGi se levanto del trono hasta llegar a él y NamJoon lo recibió con un gran abrazo.

-Entonces ¿me dirás a qué se deben tus visitas a los mortales?- YoonGi suspiró, tarde o temprano iba a saberlo, no era el secreto del año.

-Estoy cortejando a alguien.- NamJoon se sorprendió, no esperaba que su hermano estuviera enamorado y de un mortal.

-¿Un humano? Podrías escoger a cualquier otro Dios del Olimpo ¿por qué un humano?

-No se porque te sorprende ¿que hay de tus amantes?- NamJoon se quedó serio por un momento.

-Está bien, no te cuestionaré, cambiemos de tema.

NamJoon se quedó un rato más con él, dándole recomendaciones de cómo cortejar a alguien, y después de una larga plática, terminó por despedirse para regresar al Olimpo.

-Cuando tengas al muchacho, tráelo, estoy seguro de que a Jin le alegrará bendecir su unión y eso.

SeokJin, el esposo de NamJoon, Dios de las uniones matrimoniales. También era su hermano.

-Claro.

-Te veo después entonces, me alegra que ya no estarás solo aquí.

Jungkook myth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora