VII

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Se despojó de sus ropas y entró al río, casi da un brinco de lo fría que estaba el agua, eran temporadas de octubre y los días eran muy frescos.

Nado un poco para acostumbrarse al agua y su temperatura, mojó su cabello y comenzó a tallar su cuerpo. No entendía porque la gente no se daba baños seguidos, incluso los que tenían mayor poder, solían bañarse una que otra vez cada mes.

Jungkook lo disfrutaba mucho, le gustaba tener su cuerpo limpio y con fragancias a flores; no le gustaba tener la cara sucia y el cabello grasoso, odiaba cuando se ensuciaba después de cosechar y corría hasta el río a lavarse la cara y manos.

-Mmm... - Se recargo en la orilla cuando terminó de tallar su cuerpo y se quedó un rato más en el agua.

-No sabía que los humanos fueran tan aseados.- Volvió a pegar un brinco del susto, y se alejó instintivamente de la orilla.

-¿No conoce la privacidad?- estaba un poco irritado porque el Dios no paraba de acosarlo.

-¿Siendo un Dios? Mmmm... no.

Comenzó a ponerse nervioso cuando lo vio empezar a desnudarse también.

-¡¿Qué-.. qué hace?- Se dio la vuelta cubriéndose los ojos.

-Anda, puedes mirar, no me molesta.- tembló cuando escucho el agua chapotear.

No le molestaba que lo viera desnudo porque los dioses no conocían la palabra pudor, la mayoría eran unos exhibicionistas, libidinosos y sin vergüenza; por supuesto pensaban así porque los dioses no eran tan banales en algunos aspectos, solo cuando se trataba de joyas y belleza.

-De hecho, estoy muy orgulloso de mi cuerpo.

Seguía insistiendo pero Jungkook no iba a caer de nuevo, ya había traicionado a sus valores lo suficiente cuando lo besó el otro día en el bosque.

-En realidad yo ya había terminado, con permiso.- trato de alejarse de él lo más posible para salir por su ropa. Pero benditos dioses inhumados.

-No seas tan cohibido, cariño- Un escalofrío sacudió su cuerpo cuando las frías manos de YoonGi tocaron su cintura.

-N-No...

Jungkook myth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora