VII. EL INSTINTO DE UN ALFA

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Shisui caminaba por los pasillos de lo que era la sección Uzumaki para dirigirse a la suya. Tomó el ascensor directamente y seleccionó como destino el quinto piso.

Una vez estando en el corredor de los dormitorios de los Uchiha, comenzó a observar a su alrededor vagamente, dándose cuenta de que era el único que merodeaba por esos lares, a excepción de una persona que logró percibir cuando giró hacía la derecha con el fin de dirigirse a su recámara.

— Sasuke...— Sonrió nerviosamente al observar a su primo.

Sasuke estaba recostado contra la pared frente al cuarto de Shisui. Tenía los ojos cerrados y los brazos cruzados, con el ceño fruncido en una expresión amarga.

— Que sorpresa ¿Qué te trae por aquí?— Rió nervioso.

— No empieces a hacer tus preguntas ridículas— Abrió sus párpados, observando de reojo a su primo, "sonrisita feliz" como el solía decirle.

— ¿Por qué tan malhumorado, primo? Eres joven, deberías de estar sonriendo todo el tiempo— Nuevamente, volvió a reír, intentando desviar la conversación de cualquier tema relacionado con Naruto.

— Esa personalidad no va conmigo— Mencionó con aires de desdén, inspeccionando como Shisui trataba de abrir la puerta desesperadamente— Sabes que la llave está al revés ¿No?

— Si, si ya lo sabía— Colocó una mano en su nuca y le dió la vuelta al objeto metálico. Debía salir rápido de esa situación.

Sasuke rodó lo ojos por lo idiota que su consanguíneo podía llegar a ser.

— Como sea. Supongo que sabes porque estoy aquí ¿Verdad?— Lo miró con esos ojos negros acusatorios.

Eso causó cierta preocupación y miedo en el otro. Sasuke solía recurrir a la fuerza bruta en ciertas ocasiones, especialmente cuando sus límites de paciencia eran sobrepasados.

— ¿P-por qué te preocupas por mi?— Fingió demencia.

— ¡No!— Dio un pisotón— ¿Acaso estar mucho tiempo con Itachi y Sai te hizo más idiota?

— T-tal vez— Se rascó la cabeza una vez más.

Sasuke suspiró agobiado. Por lo visto, debía ser más específico— ¿Para qué Naruto te necesitaba? ¿Qué hablaste con él?

Lo sabía, sabía que Sasuke solo estaba ahí con el único propósito de hacerle un interrogatorio repleto de preguntas referentes a Naruto.

— ¿N-naruto? Yo no he hablado nada con Naruto... N-ni mucho menos me necesitaba...

En el ojo izquierdo del menor, se pudo ver un tic nervioso, debido a la exasperación. El no era un idiota, claramente sabía diferir entre lo falso y lo verdadero.

— No mientas Shisui...

En ese instante Shisui sintió el verdadero terror. Aquellos orbes que naturalmente eran color negro, ahora se mostraban de un rojo ferviente. Aún trataba de buscar una explicación lógica para entender cómo su familia tenía el don de cambiar el tono de sus púpilas.

Resulta que él y todos sus parientes tenían esa extraña habilidad, pero solo sucedía bajo efectos del enojo y la ira. Era como si sus emociones intensas desencadenaran una transformación en sus ojos, revelando su verdadera naturaleza.

— S-sasuke, no hay tanta n-necedidad de que te enfades... Naruto solo está...— Buscó rápidamente una excusa en su interior— Enfermo... Si si, eso.

— ¿Enfermo?— Frunció su ceño ¿Qué tiene?

— E-etto... T-tiene fiebre...— Técnicamente si estaba caliente...

Mi novio y mi rival (omegaverse) |EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora