La mañana se había pasado volando, aun que estuviera sin salir de la habitación.
Eran las cinco de la tarde, me acababa de salir de la ducha, y estaba eligiendo que ponerme, nadie sabía que iba a salir así que me tocaría saltar por la ventana sin que nadie me viera.
Me había decidido por una camiseta negra unas mayas marrones, a juego con una chaqueta de cuero y mis vans negras, el pelo le llevaría suelto, y me maquille un poco para tapar el moratón que tenía al lado del ojo, aun que de seguro ayer por la noche le vio, porque mi labio estaba muy hinchado.
Son las seis menos cinco y en mi móvil suena un mensaje.
Dante:
En cinco minutos estoy en la puerta preciosa.
Kiara:
Quédate en la primera esquina, nos vemos ahí.
No quería que nadie lo viera, y menos que viniera a buscarme, cerré la puerta con llave y Salí por la ventana con sumo cuidado de que nadie me viera y de no caerme a los rosales, pero como no hoy la suerte tampoco estaba de mi parte, y caí en mitad de las plantas clavándome todas y cada uno de sus pinchos.
- ¿Sabes? He visto gente patosa, y luego estás tú – la voz de Dante me sobresalto
- ¿Y tú lo de esperarme en la esquina no lo entiendes? – le dije dándome la vuelta
- En realidad ya estaba en la puerta cuando te mande el mensaje y te prometo que iba a la esquina pero no me quería perder este espectáculo – dijo conteniendo una risa y quitándome las hojas del pelo.
- Ya claro... - mire mis manos y sangraban un poco
- Ven, iremos a mi casa a curarte las heridas – me abrazo por los hombros y me guio por la calle hasta llegar a un Jeep negro con los cristales tintados, me parecía majo, y todo eso pero creo que no nos conocíamos demasiado para montar en su coche y menos para ir a su casa, ha parte de que yo nunca había salido antes con nadie, y podría parecer tonta.
- ¿Vamos Kiara ahora me vas a venir con desconfianzas? – pregunto casi leyéndome la mente.
- Si bueno... es que esto no sé si es buena idea – dije dándome la vuelta.
- Escúchame Kiara – me paro cogiéndome el brazo – dame una oportunidad, si ves algo que no te gusta te prometo que te traigo de vuelta y no te vuelvo a hablar, pero dame una oportunidad, no pienso hacer nada que tu no quieras – me guiño un ojo y me sonrió.
- Está bien... - le mire dudosa – pero en las heridas nada de alcohol – le sonreí.
El camino hasta su casa fue bastante largo pero cómodo, estuvimos hablando de a que colegio iba, los que nos gustaría trabajar y raramente a él le gustaba la medicina, antes vivía en Brooklyn pero por unos problemas familiares se tuvo que volver aquí, yo le dije que iba a ir mañana de viaje a Manhattan, hasta que llegamos a un aparcamiento y de frente unos apartamentos bastante bonitos a comparación de los de las otras calles que habíamos pasado, no eran tan lujosos como los de mi barrio pero a mí me gustaban.
- Hola Peter – saludo a el conserje que le contesto con una simple sonrisa
Subimos al ascensor y llegamos al apartamento de Dante.
- Pues este es mi apartamento, aquí está la cocina en salón dos habitaciones y el baño, por si necesitas algo – dijo mientras se alejaba.
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Nadie dijo que fuera fácil.
RomancePara mis padres adoptivos soy un gran estorbo desde que nació mi 'querida hermanita' ellos simplemente querían una niña maravillosa, y yo no cumplía sus expectativas, nunca estábamos de acuerdo en nada y eso creaba demasiada tensión. ¿Qué idea se l...