Nadie dijo que fuera fácil.

Capitulo 18

Kiara.

Los rayos de sol entraban por la ventana y pude notar como los brazos de Dominic seguían apretándome contra él, levante mi cabeza y vi que todavía estaba dormido, no sabía qué hora era, pero sabía que habíamos dormido las horas necesarias para estar descansados. Empecé a recorrerle con mi dedo su mandíbula eso hizo que se removiera, seguí bajando por su cuello y su piel se puso de gallina hasta que sus ojos se abrieron un poco aun que los cerro muy rápido por la luz que entraba y me apretó mas contra el.

- Bueno días - dijo besando mi cabeza

- Hola - le sonreí

- Me podría acostumbrar a que me despertaras siempre así - no me esperaba eso - estoy por apostarte que tengo el record en hacerte sonrojar - sus ojos aun seguían cerrados.

- ¿Cómo lo sabes? - dije metiendo mi cabeza en su cuello para esconderme.

- Tengo memorizados todos tus movimiento Kiara - saco mi cara de su cuello y me beso los labios rápidamente - me quedaría todo el día aquí en la cama contigo, pero no te puedo asegurar que me fuera a estar quieto... así que mejor voy a darme un ducha y desayunamos ¿Vale? - dijo mientras se levantaba y se dirigía al cuarto de baño.

- Si es eso lo que quieres... - dije desanimada, y eso a Dominic pareció moverle algo por dentro porque volvió corriendo a la cama pero esta vez dejándome debajo de él.

- Créeme que lo último que quiero es salir de aquí, pero cariño, la siguiente opción es quitarte toda la poca ropa que llevas y tenerte todo el día gritando mi nombre - una sonrisa ronca salió de su pecho - pero no lo voy a hacer porque Hanna y Liam me matarían.

- Está bien... - dije resignada.

El se levanto no sin antes darme otro beso rápido en los labios y se fue al baño negando con la cabeza, yo me levante resignada y empecé a buscar el bañador que Hanna me había dejado, cuando me le estaba terminando de poner en la habitación, la puerta del baño se volvió a abrir dejándome ver a un Dominic con solamente una toalla colgando de sus caderas, mire su cara y no sabía bien que expresión tenia.

- Pasa... ¿Algo malo? - pregunte abrazando mi pequeño cuerpo.

Pero el solamente negó con la cabeza mientras se acercaba a mi me cogió mis manos entre las suyas dejándome completamente expuesta a él, me hizo de dar una vuelta sobre mi misma y pego mi espalda contra la suya.

- Me estás haciendo muy difícil no encerrarte en la habitación por todo el día - susurro en mi oído.

- ¿Y qué tengo que hacer para conseguir eso? - susurre apretándome más contra él y pude sentir lo que estaba produciendo en el toda esta situación.

- Ums... Poca cosa, pero algo que me vuelva completamente loco... lo mas mínimo que se te ocurra - me mordió el cuello

- Está bien... - susurre

- Uhum... así que cuando sepas algo, no dudes en buscarme y mostrármelo, pero ahora por favor aléjate de mi y vamos a desayunar. - dijo soltando mis brazos que cayeron inertes a mi lado.

Salí con toda mi fuerza de voluntad poniéndome un vestido rosa claro que había traído y me dirigí a la cocina.

- Bueno días - me dijeron Hanna y Liam a la vez

- Hola - les sonreí

- Vaya cara de felicidad - dijo Hanna.

- Mucho mejor que con la que te fuiste a dormir donde va a parar - dijo Liam.