Los rayos de luz entraban por la ventana calentándome el rostro cosa que agradecía, los tiritones habían cesado un poco, pero el cuerpo le tenía destrozado a causa de estos.
Espera un momento ¿rayos de sol? ¿Por una ventana? Me levante rápidamente de donde quiera que estuviera, mire a mi alrededor y una gran ventana con vistas a un lago precioso se encontraba al lado de una cama King donde yo estaba, las paredes eran rojas con adornos negros a juego con las sabanas, mire a mi alrededor en busca de alguien hasta toparme con unos ojos verdes intensos que me miraban fijamente.
- ¿Qué hago aquí? - pregunte con miedo a su respuesta.
- Bueno... yo anoche cuando tu me echaste de la habitación me quede ¿preocupado? - dijo escogiendo bien las palabras para no cagarla más - asique a mitad de la noche baje otra vez a verte, tu no te habías terminado la sopa, ni arropado con la manta y tus temblores y calentura eran más fuertes asique te traje a mi habitación, para cuidarte, no me gusta que la gente este mala por mi culpa, y bueno a lo mejor porque las ultimas palabras que te dije, salieron de mi sin pensarlo - dijo bajando la mirada.
- No hace falta que pidas disculpas si no las sientes, pero gracias por cuidar de mi anoche, ahora ya puedo volver a mi habitación - quite las sabanas calentitas de mi cuerpo y una ola de frio me invadió me levante deprisa de la cama y la cabeza me dio un pinchazo haciéndome tambalearme, pero unos brazos fuertes me sujetaron por la cintura.
- Te cuidado - me regaño - yo no pido disculpas si no lo siento, y créeme que la cago muchas veces, asique no seas cabezona y quédate en mi cama hasta que te recuperes, por favor - dijo como una orden.
- ¿Tu cama? - dije mirando alrededor, asique esta era la famosa habitación de Dominic - por lo menos habrás cambiado tus sabanas después de haber estado aquí con Leslie ¿No?
- Kiara, deja esa actitud a un lado o me arrepentiré de haberte dejado mi cama - se levanto de la silla - y no, no las he cambiado, porque Leslie nunca ha estado en mi habitación. - salió dejándome atónita a lo que acababa de escuchar.
Cuando la puerta se cerró me volví a acomodar en la cama y me quede dormida, un golpe en la puerta me despertó no sabía cuanto había dormido pero el sol ya estaba demasiado fuera.
- ¿Tienes hambre? - un Dominic con voz ronca me hablo desde la puerta.
- Un poco... - no iba a mentirle me moría de hambre en este mismo instante, pero no sabía si era bueno que comiera algo más que no fuera sopa.
- ¿Te apetece algo en concreto? - dijo sin ninguna emoción.
- El caldo de pollo de anoche estaría bien - le sonreí y no se si fueron mis imaginaciones por culpa de la fiebre pero juraría que una pequeña sonrisa tiro de sus labios, cerró la puerta y sus pasos se escucharon cada vez menos.
El estaba sentado a mi lado en la cama, me ponía jodidamente nerviosa estar a tan pocos centímetros de el, nuestras manos ya se habían chocado más de una vez y corrientes eléctricas iban por todo mi cuerpo.
- ¿está bien la sopa? - pregunto mientras daba un bocado a su bocadillo
- Si - no añadí nada más porque en realidad quería saber a qué sabia su maldito bocadillo - ¿Y tu bocadillo?
- Es el mejor bocadillo de bacón de la historia - dijo en una carcajada.
- Me das... bueno ¿Puedo probarlo? - le pregunte avergonzada moviendo mi cuchara dentro de mi sopa.
El no dijo nada simplemente puso el bocadillo en mi cara, yo le agarre tocando sin querer sus dedos y di un mordisco.
- Dios - dije con los ojos todavía cerrados y sin soltar el bocadillo - esto es ¡OH! Por dios Dominic ¿Lo has hecho tu?, ¡es tan! ¡Madre mía! - dije mirándole a la cara el tenia una sonrisa en los labios, juraría que estaba aguantando la risa.
- Eso me dieron ganas de hacer cuando probé tu bizcocho me sacaste de mi orgasmo - dijo riéndose
- Pero si no era para tanto mi bizcocho! - dije imitándole.
- Pero ya que has admitido que mi bocadillo esta bueno, que menos que reconocer tu bizcocho - se rio
- Eres demasiado orgulloso - reí - ¿Y porque tu habitación y no otra? - le pregunte y el ambiente se tensó de nuevo.
- No sé, no hagas que me arrepienta de tenerte aquí Kiara - dijo cortante.
- Está bien... lo siento - y un silencio incomodo se hizo solo se escuchaba el crujido del pan de su bocadillo y la cuchara en mi sopa, que después de probar esa delicia era como estar comiendo agua.
- Gracias Dominic - dije sacándole de sus pensamientos - por cuidarme y dejar que me quede aquí.
- Las gracias se las tienes que dar a Dante - dijo tajante
- Si bueno, cuando consiga hablar con él es lo primero que hare, pero yo quiero agradecértelo a ti de alguna manera
- ¿Me estas ofreciendo sexo? - dijo sorprendido
- ¿Qué? - dije asustada - no, oh por dios ha sonado fatal, es en plan un favor o algo, no se quiero decir si necesitas algo, ¿Estoy aquí vale?
- Me encanta cuando empiezas a desvariar, eres graciosa Kiara - me sonroje por su comentario no me esperaba eso y menos de Dominic - así que como dijo Hanna podríamos hacer una especie de contrato, para que no se te olvide que me debes un favor - sonrió - pero de momento me conformaría con que me hicieras más pasteles de esos.
- Eso está hecho, cuando tenga mi propia pastelería no dudes en pasarte a probarlos todas mis nuevas recetas - le dije ilusionada.
- ¿Con que pastelera? - subió una ceja mirándome.
- Si, es mi sueño desde que era pequeña, me he leído tantos libros de concina que sueño con todos y cada uno de los ingredientes - reí - quiero hacer algo grande ahora que tengo que empezar una nueva vida, no me voy a conformar con nada, quiero tenerlo todo y conseguirlo con solo mi esfuerzo, creo que voy a estar orgullosa de mi misma.
- Seguro que alguien más se sentirá orgulloso de ti - añadió
- No, no creo, tengo el don de que las personas me odien, solo me tengo a mí y de momento me tengo que conformar con eso - dije con una sonrisa triste - ya lidiare con esa parte más adelante.
- Pero no te puedes conformar solo con eso Kiara - dijo cogiendo mi mano y entrelazando nuestros dedos.
- Yo... lo siento - dije levantándome deprisa de la cama y dirigiéndome al baño, no había sido buena idea comer un trozo de su bocadillo mi estomago no lo digiere bien.
- ¿Estas bien Kiara? - la voz de Dominic al otro lado de la puerta me puso aun más nerviosa, no quería que me viera vomitando todo, cuando termine, lave mi cara y mi boca con un poco de pasta de dientes y salí del baño.
- Si estoy mejor... no ha sido buena idea comer de tu magnifico bocadillo - sonreí.
- Ya estaba pensando en tirar la puerta abajo - dijo preocupado.
- Que exagerado eres - dije riéndome y acomodándome en la cama
- Descansa, creo que por hoy has tenido suficiente - se acerco poniendo su palma de la mano en mi frente - tienes un poco de fiebre, voy a comprarte algunas medicinas, ahora duérmete.
- Si señor - dije con gracia, porque me la hacía no sé porque este repentino buen comportamiento conmigo.

ESTÁS LEYENDO
Nadie dijo que fuera fácil.
RomancePara mis padres adoptivos soy un gran estorbo desde que nació mi 'querida hermanita' ellos simplemente querían una niña maravillosa, y yo no cumplía sus expectativas, nunca estábamos de acuerdo en nada y eso creaba demasiada tensión. ¿Qué idea se l...