Capitulo 12

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Ya habían pasado dos semanas desde que me enferme, y la verdad es que las cosas con Dante iban cada vez mejor, ya no nos evitábamos, bueno me evitaba y si teníamos que comer juntos porque coincidíamos lo hacíamos sin ningún problema, no quita que algunas veces estuviera de mal humor pero raramente de su forma se disculpaba, hoy estoy realmente feliz, porque ya tengo mi documentación y voy a ir a buscar trabajo en alguna de las pastelerías que hay cerca de casa.

Liam y Hanna siguen sin dar señales de vida, Dominic dice que es normal en ellos, y Dante sigo sin poder llamarle, así que con mi primer sueldo pagare a Dominic lo del pasaje y luego pagare por una tarjeta para el móvil.

Salí de la habitación para desayunar pero en la cocina ya había alguien más.

- O vaya... no creía que Dominic tuviera visita hoy... - me quede parada en la puerta asimilando que había una chica alta rubia con las testas más falsas que jamás hubiera visto con una simple camiseta de Dominic que no la llegaba ni al culo.

- ¿acabas de salir de debajo de las escaleras? – asentí – pues vuelve ahí abajo, no me gusta cruzarme con gente como tu.

- ¿Cómo yo? – la espete

- Si, de clase tan baja, mírate – me señalo – das pena – la iba a responder pero una voz me detuvo

- ¿Qué está pasando aquí? – la voz de Dominic no sonaba para nada contenta.

- Esta, se cree la dueña de tu casa ¿o qué? – los dos tenían la vista en mi.

- Yo... yo no he dicho nada Dom... - tartamudeé

- Si claro disimula ahora, ella se estaba metiendo conmigo bebe – le dijo restregándole sus tetas por el brazo.

- Kiara deja de molestarla, te lo he dicho un millón de veces no quiero que te cruces conmigo, ni con nadie, la próxima vez encontraras las malditas maletas en la puerta – dijo enfadado, estaba claro que iba a creer primero a quien se estaba follando que a mí, que no me conoce de nada y que me he metido a vivir en su casa por mi cara.

- Si como sea... no volverá a ocurrir... lo siento – dijo con la voz ahogada.

- ¿Qué dijiste? – dijo la rubia en una carcajada

- Que no volverá a ocurrir – me aclare la garganta

- No lo otro... ¿se ha se ha disculpado? – rio – Lo siento – imito mi voz y se acerco más a mi hasta encararme – como me vuelva a cruzar contigo en esta casa sere yo la quien saque tus malditas cosas de esta casa, no se como Dominic se pude fiar de ti... - me reí en su cara

- Lo primero es que no creo que me vuelva a cruzar más contigo en esta casa, porque da la casualidad de que él lo que hace es follarte y mandarte a tu casa, y al día siguiente si te he visto no me acuerdo y será otra la que este en tu lugar, y a lo mejor con suerte te va a llamar cuando no tenga a nadie, como hace con ¿Su novia? – dije echando un vistazo a Dominic – lo segundo es que no he hecho nada todavía para que desconfié de mi – la empuje un poco para que dejara mi espacio – y lo tercero si vuelves aquí, te puedo asegurar que no me vas a encontrar porque espero estar muy lejos de esta casa – no volví a mirar atrás no me interesaba la cara de Dominic así que di media vuelta y Salí por la puerta, a buscar un trabajo decente para poder pagar un alquiler e irme lejos de este maldito lugar.

Dominic.

Podía entrar a pararlas, no me creí a Olivia ni por un momento pero Kiara tenía que aprender a mantenerse alejada de mis toxicas visitas, y verla tan enfadada o dios mío me estaba poniendo jodidamente duro verla tan enfadada pero a la vez tan tranquila ¿Qué cojones me estaba pasando?

- ¡Sera perra! – la voz de Olivia y el portazo en la puerta de Kiara me saco de mis pensamientos.

- Ems... si claro Olivia recoge tus cosas y vete – la espete no me apetecía lidiar más hoy con ella, sabía perfectamente a lo que venía yo no era chico de quedarme abrazado a nadie o de llamarlas al día siguiente como la había aclarado perfectamente mi chica.

Espera... ¿Mi chica?, me voy a dar una larga ducha esta escena me ha superado.

Kiara.

Creía que el día iba a estar peor la verdad y lo que menos me esperaba era que en la primera pastelería – cafetería me hayan contratado, primero empezaría atendiendo en las mesas y luego más adelante si me veían con potencial entraría en la cocina, y la verdad que el sueldo era bastante bueno, y bastante generoso con las propinas que serán solo mías.

El trabajo empezaría mañana así que ahora ya no tenía nada más que hacer las ganas que tenia de ir a casa, bueno a casa de Dominic eran nulas y la verdad es que también me daba un poco de miedo llegar y encontrarme mis cosas en la puerta.

El cielo estaba cada vez más nublado y la primera gota de agua fue que cayó en mi frente llevo a una gran cascada de agua monumental, empecé a correr y cuando llegue a casa estaba con toda la ropa chorreando.

- Ya empiezo a entender porque te constipas – la voz de Dominic me asusto nada más abrir la puerta, estaba apoyado en la puerta de la cocina con una camiseta de manga corta negra y unos pantalones grises de chándal que colgaban perfectamente de sus caderas.

- Si... bueno yo es que... ¿El tiempo aquí es un poco raro no? – idiota, soy imbécil, ¿El tiempo aquí es un poco raro? Enserio no se me ocurre otra cosa, estaba jodidamente distraída mirándole y lo puedo notar en su sonrisa arrogante.

- Si, bueno es lo que tiene el invierno, y más aquí en Brooklyn – empezó a reírse – cuando no llueve nieva, así que otra vez mira el tiempo antes de salir de casa.

- Si... eso será lo mejor que puedo hacer – así me evito esto – me señalo mi ropa empapada.

- Si... - se acerco un poco a mí, tiro de mi abrigo para meterme más dentro de la casa y cerró la puerta de un portazo – es que tengo frio me susurro en el oído

- Si claro... lo siento yo ems será mejor que me vaya a cambiar - dije nerviosa.

- Espera – me pare en seco – si quieres dame la ropa la meteré a la secadora – cosa que le agradecería malditamente bien.

- Vale... voy al baño a cambiarme y ahora te la traigo.

- No, espera – me detuve de nuevo – dámela aquí.

- Esta bien – su cara era de sorpresa, me quite la chaqueta y se la di.

- Eso es todo – le sonreí – gracias

- Pero... si quieres también lo demás Kiara no puedes tener ropa mojada en esa habitación – parecía ¿Nervioso? O ¿Ansioso?

- Yo... no creo que sea buena idea hacer eso aquí – me reí nerviosa.

- Mira yo me doy la vuelta tú te quitas la ropa me la dejas en el suelo y cuando estés en el baño me avisas la recojo y la pongo a secar ¿de acuerdo? – no entendía el afán de desnudarme aquí le podía dar la ropa después.

- ¿Por qué quieres que me desnude aquí? - le dije exasperada

- Porque tengo que bajar abajo donde están la lavadora y secadora y a por unas cosas para la cena, y no quiero estar esperando a que tu termines de hacer las cosas, a demás – dijo añadiendo una sonrisa arrogante – no te creas que es porque quiero verte desnuda. – es verdad se me había olvidado lo poco atraído, por no decir lo NADA atraído que se sentía Dominic por mí, aun que solo me viera la espalda seguramente que le daría grima.

- Está bien, date la vuelta – me empecé a desabrochar el botón del pantalón sabía perfectamente lo que estaba haciendo Dominic, justamente se había puesto delante de un espejo dándome la espalda a mí, pero viéndome en el reflejo, si él no se sentía atraído por mí no sé porque hacia estas cosas, pero quería jugar, quería saber hasta dónde podía llegar con él y me iba a arriesgar, di gracias por haberme puesto mi culot de encaje negro a juego con el sujetador.

- Ya esta – se dio la vuelta - ¿Con esto es suficiente? – no podía articular palabra – mejor así de frente que no por el espejo ¿No? – me reí de él, deje la ropa en el suelo y empecé a caminar hasta el baño para darme una ducha caliente, sintiendo sus ojos en toda las partes de mi cuerpo.

Nadie dijo que fuera fácil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora