No sé qué hora era ni cuanto llevábamos durmiendo, solo se que seguíamos en la cama desnudos y abrazados, después de habernos duchado juntos, Dominic no paro ni un momento en decirme lo maravillosa que era y lo loco que lo tenía, no podía creer que por una vez en mi vida algo que verdaderamente quería lo estuviera consiguiendo.
- ¿Ya es de noche? – la voz ronca de Dominic me saco de mis pensamientos, me removí en sus brazos para estar de frente a él.
- Si – le sonreí – deberíamos ir a comer algo – le empecé a acariciar la cara.
- O podemos seguir repitiendo lo de esta tarde – se incorporo aun con los ojos cerrados dejándose caer encima de mi cuerpo y poniendo su cara en el hueco de mi cuello.
- Después de comer algo que me llene el estomago, yo repito contigo cualquier cosa que quieras – se empezó a reír haciéndome cosquillas con su respiración.
- ¿Con que lo que yo quiera, eh? - me miro
- Sí, pero ahora me tendrás que preparar una buena cena - le sonreí
- ¿No eras tú la cocinera? – dijo dándome un beso en los labios
- Sí, pero estoy algo cansada – me abrace mas a él – ya saber por lo de la cama y lo de la ducha.
- Ums... Bueno entonces hare una excepción, pero no te aseguro que me salga nada comible, y menos aun que no queme la casa, y Hanna y Liam me maten y te quedes sin mi... - dijo poniéndose una mano en el corazón, mientras salía por la puerta y esquivaba el cojín que le había lanzado.
Me levante de la cama y fui a buscar algo de ropa a mi maleta, me puse un vestido azul cielo, cuando me agache a por las sandalias me encontré la parte de abajo del bañador de Hanna echo un desastre lo que trajo una sonrisa a mis labios.
Cuando baje, solo se escuchaban ruidos de platos siendo puestos encima de la mesa y cuando cruce la puerta de la cocina pude ver la encimera llena de todo tipos de pasteles y bollos y un poco de bacón frito.
- Me han facilitado un poco la comida – la voz de Dominic me asusto detrás de mí y me abrazo por la cintura.
- Si ya lo veo – me reí
- Espero que esto te sirva – me apretó mas contra el
- Sí, me puedo conformar con ello – me di la vuelta para mirarle.
- Estás preciosa – me susurro a unos centímetros de mis labios.
- Tu tampoco estas nada mal – y le bese no se por cuanto tiempo, pero cuando estaba en sus labios el resto del mundo desaparecía.
La 'cena' siguió entre mas risas y besos no me cansaba de escucharle hablar aun que solo fueran tonterías, ya tendríamos tiempo de hablar más profundo de otros temas.
- Esta noche están las hogueras, ¿Quieres que vayamos?- me pregunto serio
- Vale, siempre he querido ir a las hogueras de verano – le sonreí.
- ¿Nunca has ido a una fiesta con hogueras? – pregunto sorprendido.
- No... - negué con la cabeza – digamos que no era bien recibida a ningún tipo de fiestas.
- ¿Ni a los bailes? – me miro aun más sorprendido.
- Una vez fui al baile de invierno, porque el chico que a mí me gustaba me había invitado, pero no fue a recogerme a casa, tuve que ir andando, cuando llegue me estaba esperando con medio instituto para recordarme el asco que daba, y lo estúpida que era creyendo que alguien como él se iba a manchar saliendo con alguien como yo... y después por si no fuera poco las risas, me echaron por el vestido y por mi peinado alguna bebida pegajosa.
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Nadie dijo que fuera fácil.
RomantizmPara mis padres adoptivos soy un gran estorbo desde que nació mi 'querida hermanita' ellos simplemente querían una niña maravillosa, y yo no cumplía sus expectativas, nunca estábamos de acuerdo en nada y eso creaba demasiada tensión. ¿Qué idea se l...