Capitulo 23.

4.9K 337 10
                                    

Sabía que de sobra había recuperado las horas de sueño que había perdido, había tenido sueños horribles y me había despertado todo el rato pero aun así descanse lo suficiente.

Salí de la habitación y me metí al baño para conseguir una ducha, ni aun llegando a algo más con Dominic me había ofrecido ni un mejor baño ni una mejor habitación, estaba claro que la que la estaba entreteniendo para que no sufriera por Isabela era yo, nada más.

Llegue a la cocina en busca de Dante pero cuando vi quien estaba allí fumando en unos simples calzoncillos me quede en blanco.

- ¿te pasa algo? – dijo cortante

- No... - dije tartamudeando – yo solo vine a por algo de desayunar

- Claro – dijo sin más sacudiendo sus hombros

- ¿Y Dante? – me atreví a preguntar

- Se fue esta mañana temprano – seguía con el mismo tono

- Oh... vaya, creí que me despertaría – sonreí amargamente.

- Dijo que necesitabas descansar y no te quería molestar – dio otra calada a su cigarro

- Está bien – cogí una pieza de fruta y la empecé a pelar

- ¿Por qué vino? – pregunto intrigado

- Ya te lo dije, no fue ni por ti, ni Isabela – dije mirándole

- Eso me quedo claro cuando no nos vino a dar el coñazo a la habitación – ósea que pasaron la noche juntos otra vez, no pude evitar un pinchazo en el corazón.

- ¿Otra vez has dormido con ella? – pregunte incrédula

- ¿y qué pasa? – me miro mientras apagaba su cigarrillo.

- No nada, es verdad se me olvidaba que ahora estas con ella – mire a la fruta, no quería ver su cara.

- Claro, pues que no se te olviden tanto las cosas – dijo en mi oído mientras pasaba por mi lado.

Cuando oí que subía las escaleras las lagrimas empezaron a correr por mis mejillas, no podía aguantar más esto, su indiferencia por mi después de todo lo que me dijo en las vacaciones podía conmigo, estaba claro que contra un amor como el que le tiene a Isabela yo no puedo competir, así que cogí un bolígrafo y papel y empecé a escribirle una carta.

Tenía todo preparado todo, aun que tenía poco para meter en la maleta, Salí de la habitación, no iba a despedirme de Hanna y Liam simplemente les deje una carta con el nuevo número de mi móvil, que por fin funcionaba y les mandaría toda mi información en cuanto supiera donde iba a vivir y si quería enfrentarme a todo lo que podía descubrir.

- Vaya, vaya la mosquita muerta ¿se va? – la voz chirriante de Isabela me sobresalto

- Isabela, paso de discutir contigo – dije cansada

- ¿Entonces? te rindes tan pronto – rió

- Claro que me rindo – me di la vuelta a encararla – no sé que le has hecho pero le tienes comiendo completamente de tu mano Isabela y quedarme aquí es verle como le estás haciendo polvo y hacerme daño a mí misma, pero aprovéchalo mientras te dure.

- Créeme que lo hare cariño, no se me va a volver a escapar – me miro de arriba abajo – no puedo dejar que una trepa como tú le enganche.

- Está bien Isabela – sonreí irónica – Tú has ganado – y sin más cerré la puerta de un portazo.

Dominic

Nadie dijo que fuera fácil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora