Capitulo 13

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Rafaella.

Al otro día llego a mi Pent-house después del trabajo y me encuentro con Thiago sentado en el sofá.

-¿Dónde estabas?-su mano sostiene un vaso de whisky.

-En otro lugar, trabajando.

-Me entere de lo que paso. Te estoy buscando desde hace dos días en todos los hospitales.

-No fue nada grave.

-¡Deja de decirme mentiras!-alza la voz haciendo que de un respingón.

-No me grites.-susurro sujetándome la cabeza.

-Empieza a decirme la verdad.

-Quiero descansar. Vete.

Intento irme pero se sujeta fuerte del brazo. Emito un quejido por el dolor que m provoca.

-Voy a volver a preguntar. ¿Dónde estabas?-insiste.

-Thiago, por favor he estado trabajando.

-Me refiero a ayer.

Ruedo los ojos por su insistencia.

-Estoy empezando a cansarme de ti y de las cosas que me ocultas.

-Deja de decir tonterías.

-¿A él si se lo contarías?-sus ojos analizan cada uno de mis gestos.

No logro comprender lo que me dice.- ¿A quién te refieres?

-A Francesco. Confías más en él que en mi ¿Verdad? ¿A él se lo ocultarías? Creo que serias un libro abierto.

Sigo sin comprender. Intento soltarme.

-No entiendo, Thiago.

-Creo que él siempre ha sido más amigo tuyo que yo, más especial. A mí nunca me has querido tanto como el.-susurra con dolor-Llevamos siendo amigos más de 8 años y creo que ni siquiera conoces mi casa, porque jamás has ido a buscarme. Siempre soy yo el que te busca, pero a él siempre lo buscas.

Siento un nudo en mi garganta, porque todo lo que está diciendo es cierto. No conozco su casa. Nunca lo he buscado. No me gusta que me esté reprochando eso.

-Deja de decir tonterías, Thiago.-intento huir de esto.-No me jodas.

-¡No me jodas tú, Rafaella! Ni siquiera me tratas como tu amigo, solo soy tu maldito empleado. Creo que soy el único que lo da todo en esta farsa y no obtengo nada.

-¡Ve a trabajar!-tenso la mandíbula cuando me doy cuenta que he levantado la voz más de lo que pretendía.

-Sí, Riccardi. Me largo.-su cara lo dice todo. Empieza a caminar en dirección al ascensor.

-¡Y no regreses hasta que te lo pida!-le grito antes de que se vaya. Necesito tiempo.

Se da la vuelta para volver a enfrentarme.

-Me voy a ir para siempre.-mi cuerpo se tensa completamente con lo que acabo de escuchar.-Contigo no tengo ningún tipo de contrato así que no hay problema. Dile a tu padre que mañana mi abogado le hará llegar mi carta de renuncia.

Siento que he dejado de respirar y mi cuerpo empieza a temblar.

-¿Qué?...

-Espero que no nos volvamos a encontrar.-me vuelve a dar la espalda.

-Thiago...

Corro en dirección al ascenso pero las puertas se cierran.

-¡Thiago!-salgo corriendo por las escaleras. Se me va a salir el corazón del pecho y mis lágrimas han empezado a caer.

IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora