Rafaella.
Me despierto temprano y Máximo no está en la cama.
Es un verdadero alivio porque no quiero empezar la mañana discutiendo.
Se abre la puerta del baño y sale con una toalla atada a sus caderas y otra secándose el cabello.
Siento su mirada sobre mí pero yo ya he desviado la mirada.
Me levanto en busca de mi ropa y me meto al baño cerrando con seguro.
Pongo a llenar la tina para darme un baño de rosas y prendo una vela para que entre la paz en mi cuerpo.
Coloco mi música y me meto tomando una esponja del armario negro que está enfrente del lavado.
Me tomo mi tiempo porque no quiero salir y verle la cara.
Paso la esponja por mis piernas con mucha delicadeza y luego continúo con mis brazos y mi torso.
Cuando termino salgo de la bañera y me enredo en una toalla para secarme.
Me coloco las bragas y un vestido negro que solo cubre lo necesario.
Salgo descalza y lo veo sentado en el borde de la cama, regresa a mirarme de arriba abajo y sus ojos se oscurecen.
El rey tiene dos pozos negros hermosos.
Me apresuro a tomar unos stilettos y me dirijo al tocador para empezar a maquillarme.
-¿Podemos hablar?-pregunta desde la cama.
-No quiero hablar contigo.-me sigo colocando labial y me toma por la espalda.
-Ya deja el show.-lo fulmino con la mirada a través del espejo-¿Vamos a ir a elegir las flores?-me pregunta mirándome de la misma forma.
- Lauren elegirá todo.-busco mi rímel.-Y tengo que trabajar.-miento porque al final todo lo elegiré yo y hoy no tengo nada que hacer en la empresa.
-Pero ya estoy listo.-su voz es la de un niño inocente.
-En vano porque tengo cosas más importantes que hacer.-me suelto de su agarre y tomo mi bolso metiendo mi teléfono dentro.
-Rafaella...-me llama pero no me detengo.- ¡Rafaella!-grita pero cruzo la puerta y empiezo a bajar las escaleras sin mirar atrás.
Cuando ya estoy en el estacionamiento veo a Gregori.
-Me voy sola.-le digo cuando se apresura a acercarse.
-¿El señor lo ha ordenado?-me pregunta.
Lo fulmino con mis ojos grises.
-Me importa una mierda lo que ordene tu señor.-le muestro una sonrisa falsa.
-Señora Kuznetsova, no puede salir sola.-me hierve la sangre solo de escuchar ese apellido.
-Me llamo Rafaella Riccardi.-le aclaro con una frialdad que a cualquiera aterroriza.-Nadie me ha regalado el apellido.
Asiente sin discutir.
-Señorita Riccardi.-se rectifica.-Tengo que acompañarla, por favor.-no le hago caso y me meto en el Bugatti saliendo a toda velocidad del edificio.
Por el retrovisor puedo ver que viene atrás. Ese hombre es muy terco.
Aumento la velocidad y me le pierdo en el tráfico.
Cuento los minutos en mi mente y mi teléfono empieza a sonar.
Lo silencio y lo tiro a un lado.
-Buenos días, señorita.-me saluda la seguridad de mi empresa pero no le respondo, tengo un genio del demonio.
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IMPERIO
Teen Fiction«PRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA TORMENTA Y OSCURIDAD» Ellos han estado en guerra desde que nacieron. El poder los ha acompañado desde que decidieron gobernar. La tormenta y la oscuridad no se han visto las caras. Una cadena imposible de romper. Un im...