1 de junio, 2021.
Lizzie Olsen.
Me levanté asustada debido al dolor fuertemente que sentí en mi panza. Me costó moverme, caminé hasta el baño e hice pis otra vez.
Las estrías se me notan cada vez más, ni hablar de la panza. He aumentado demasiado de peso, y me la paso durmiendo.
Cuando iba a limpiarme, noté una pequeña mancha de sangre en mi ropa interior. Oh Dios, no va a nacer el bebé todavía ¿no?
Todavía tengo 7 meses. Entré en pánico y comencé a llorar, las contracciones empeoraban.
Mi celular, tomé apresura mi teléfono. 4:35 am. Joder, no se a quien llamar.
Le marqué a Scarlett sollozando todavía. Me duele demasiado.
—¿Lizzie? ¿Qué sucede? — preguntó dormida.
—Tengo miedo, cielo. Me duele demasiado la panza— murmure entre llantos. —Vi sangre, perdí sangre, no se qué hacer, no quiero perder el bebé— continúe hablando sin lograr calmarme.
—Respira profundo, voy para allá, no te preocupes— habló y asentí ante eso, pero otra contracción me atacó.
Colgué la llamada y me senté suavemente en la cama, no se que hacer, estoy hiperventilando.
Preste atención a la hora, 4:46, la puerta se abrió, es Scarlett. Subió corriendo hasta llegar a mi lado.
—Hey, hey, no llores, no llores— susurró mientras tomaba mis manos. Se sentó en el suelo frente a mí.
—No quiero... no quiero que muera—hablé llorando aún más. Es mi culpa.
—No le va a pasar nada, relájate— hablo y sus manos se posaron en mi panza. Luego trajo el ecógrafo portátil que compramos.
Comenzó a revisar mi panza. Vi a mi bebé en la pantalla y su corazón latía.
—Mira, ves, ahi esta. No le pasó nada malo, cariño— murmuró para luego abrazarme. Me calmé gracias a ella.
Digamos que nos hemos reconciliado en abril, ya no soportábamos estar separas, y claramente me ha perdonado, no pienso desaprovechar esta segunda oportunidad.
—¿Quieres ir a casa? — preguntó y asentí. —De pasada vamos a la guardia de la clínica, y vemos que sucedió— habló y accedí. Ella me ayudó con la ropa, luego subimos a su camioneta y no solté su mano en todo el camino.
Llegamos a la clínica y una doctora me revisó. Me dijo que es normal las contracciones, el bebé está preparándose.
Es un niño, me enteré a penas la semana pasada, no quería saber el sexo, pero mi novia insistió.
La doctora me dio unas pastillas, me ayudarán con el dolor muscular y las molestias por ahora.
Se me antojó una hamburguesa, claramente fuimos a comer una, Scar solo me miraba disfrutar de mi comida.
Y es qué no sé a quién se le ocurre salir a las 5 de la madrugada a comer algo, solamente me puede pasar a mí.
—Quiero otra para llevar— hablé mirando al mesero y asintió. Pronto me van a dar ganas de comer más.
Ella acarició mi panza. El bebé ya escucha. Y ella comenzó a hablarle hace poco, se está tomando con calma la situación.
Pagamos y fuimos a casa de mi vida, pasé a ver a Rose, mi niña, mi hija preciosa, dormía cómo una princesa.
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Lo que no ves - Scarzzie
Hayran KurguUn amor entre Scarlett Johansson y Elizabeth Olsen. ¿Realmente no lo ves? Lo que no ves, es lo que te lleva a caer. "Estás a salvo" eran las palabras que enamoraron a Lizzie. ¿Será que todos tienen su final feliz? ¿O podremos crear el nuestro? El...