CAPITULO 16: Captura

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Podía sentir la esencia de su madre, aun estando dormida, es extraño sentirla, cuando hace rato estaba hablando con su padre, cerca de la chimenea... cerca del fuego. Estaba dormida, en un sueño profundo, pero una parte de ella, la tenía en alerta. Cuando Adriana se acercó, pudo sentir una tranquilidad, que no siempre su padre le trasmite y no entiende porque siente un fuerte vínculo con su madre, en especial.

Adriana se sentó en el borde de su cama, mientras lo hacía, ella sentía un cariño recorriendo por su cuerpo, pero cubierta por sus sueños. El contacto de la mano de su madre, las palabras que pronunció y lo que sintió en ese momento, fue... no supo cómo explicarlo, algo dentro de ella, quemaba como el mismo infierno.

Entonces todo estaba sucediendo muy rápido, todo parecía detenerse y como sus padres corrían, ella corría, a su alrededor miraba a la gente correr, algunas personas muertas; niños, mujeres, adultos grandes o de vejez... ella no entendía en ese momento que estaba pasando.

Pero el fuego, a su alrededor, la estaba mareando, tal vez era la adrenalina o el miedo de ver a sus padres aterrados, como si un monstruo viniera por ellos y les arrancará la cabeza; dejando sus cuerpos sin vida. Jamás los había visto de esa manera, ella tenía miedo por ellos... ella tenía mucho miedo y no podía explicarlo.

Sus padres la dejaron a su suerte, en las sombras de la noche, en lo solitario del bosque y en un mundo completamente grande. En ese momento, estaba sola, pero solo fue por esa noche.

Susana despertó, un poco desorientada, abrió sus ojos y en la posición que estaba, todo estaba de lado. No había mucha luz, algunas antorchas y eso es todo. Tampoco sabía dónde carajos estaba y no tiene la remota idea, de cómo vino a parar aquí; lo único que recuerda, es... dejar a Rosalinda en su lindo y cómodo castillo, y después volvió al bosque.

También recuerda que alguien la estaba siguiendo, pero lo demás, no lo recuerda. Con su mano, se apoyó para sentarse, no hacía frío y noto que estaba en una celda, con ramas demasiado gruesas (antes que no había visto) y todo lo demás era rocoso, excepto por el suelo. Al ver el lugar, pudo notar más celdas, todas iguales, la única diferencia es que la suya era más grande, como para el tamaño de un adulto.

No estaba segura en qué lugar del bosque se fue a meter, pero esto no es bueno y tiene que salir cuanto antes. Pero entonces sus ojos se posaron en... al ver a la niña de a lado, esa niña que tanto ama y que iba buscarla, estaba aquí... Tania estaba aquí, y entonces observo las otras celdas, su respiración ya estaba muy acelerada en este momento y el corazón en la garganta, todos los niños perdidos que se habían robado este año, estaban aquí.

"Los niños" pensó y su estómago se le revolvió, pero eso no fue lo que noto, pues su mirada bajo y vio unas cadenas en sus tobillos, "Mierda" maldijo y pudo sentir un ardor horrible, el acero estaba quemando su piel.

-¿Susana? - Tania se asomó, el rostro de la pequeña se alegró bastante, -Creí que no despertarías - dijo, con una ligera sonrisa.

Susana también estaba feliz de verla, aunque sea un poco, -¿Dónde estamos? - le pregunto, esperando que la niña le dijera dónde demonios estaban.

-No lo sé... todos aquí son brujas - respondió.

Al oír eso, la impresiono bastante, sí es cierto que las brujas están aquí, eso significa que por alguna extraña razón, ella encontró la aldea de las brujas, un logro pequeño, en realidad, -¿Cualquier tipo de bruja? - le pregunto, esperando estar en lo correcto.

Tania asintió, pero seguía dudando, -No todas vienen, solo una o tres... los trolls se encargan de vigilar - comento.

-¿Trolls? - Tania asintió, Susana no sabía que esas cosas existían, pero tampoco es para asombrarse, pues se dice que los trolls trabajan para las brujas, son sus fieles sirvientes, a pesar de que son criaturas muy violentas. Lo más seguro, es que las brujas, los tengan bajo control, por la misma razón que no han matado a un niño.

PRINCESA GUERRERA  [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora