CAPITULO 52: Perdiendo el control

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A la mañana siguiente, todo estaba tranquilo, a excepción de Tony, que durante toda la noche, no se apartó de él. Su padre seguía acostado en la cama, cuando Susana se fue, acomodo la cama y cargo a su padre, acostando lo en está.

Ni siquiera durmió, a pesar de estar sumamente cansado, tanto físicamente y mentalmente, no podía conciliar el sueño. No sabe dónde está Susana y tampoco le interesa, sigue enojado con ella. Lo que hizo, fue injustificable y no se le hace justo, que Susana se desquite con medio mundo.

Entonces ve a su padre durmiendo, no sabe si se golpeó fuerte la cabeza, ya que no ha despertado y no puede comprobar si está herido o no.

Así que Omar abre sus ojos despacio, la luz de afuera lo deslumbra y entre cierra sus párpados. Cubriendo con su brazo y cuando la luz no le molesta tanto, lleva su mano hasta su cabeza y nota algo pegajoso y ve sangre en la palma de su mano.

Se sorprende, pero luego recuerda lo que pasó y entonces, mira a Tony, que está intentando con todas sus fuerzas, no quedarse dormido.

— ¿Hijo? — le pregunta, lo más cuidadoso posible.

Tony abre sus ojos de golpe y ve a su padre, alegrando sé en el fondo, de que por fin despertó.

— Hola — lo saluda, con una ligera sonrisa.

Su padre le sonríe — ¿Estás bien? — Tony baja la mirada y no sabe que decir —, ¿A dónde fue Susana? — pregunta por ella.

El castaño se tensa y aprieta su mandíbula — No sé — responde algo agrió.

Omar comprende — Ya veo — se sienta en la cama —. Estás preocupado, ¿Verdad? — conoce muy bien a su hijo, para saber que lo de ayer, todavía le afecta.

— ¿Por quién?

— Por Susana, ¿No es así?

Tony se burla — Me preocupe más por ti, que por ella.

Omar se sorprende, pero no comenta sobre eso.

— ¿Y sabes a dónde fue? — Omar le pregunta a su hijo.

Tony se encorva de hombros, sin saber a dónde rayos Susana fue a dar — Ella puede cuidarse sola, no creo que se haya ido muy lejos. Además, anoche me demostró que no necesita la ayuda de nadie, incluyendo la mía.

Omar puede notar el dolor de su hijo, cuando habla de ella, de como esto le afecta demasiado. Realmente es lamentable que ellos dos, sigan empeorando con su relación, sobre todo desde que terminaron.

— Susana no está bien y tú lo sabes. Esa chica tiene serios problemas con la ira, siempre ha sido así e incluso, Lucía lo sabía. Todos queremos ayudarla, especialmente tú, ¿No es así?

Tony mira a su padre y aparta la mirada, claramente no está equivocado con eso. Su padre tiene razón, durante muchos años han intentado ayudar a Susana con sus ataques de irá, especialmente él que la ha visto pasar por muchas situaciones; pero ahora, se siente diferente, ya que no son solo ataques de ira, que no pasen a los extremos. No, lo que Susana hizo, fue algo que se salió de control, usando sus poderes sin importarle lo que está haciendo realmente.

Anoche parecía otra persona, una completamente diferente y por supuesto, lo asusto mucho. Está no era Susana, era alguien más jalando los hilos y haciendo de ella, su marioneta. Ni siquiera, había ningún rastro de emociones en el rostro de Susana, ni una pizca de arrepentimiento o culpa; era como si no sintiera nada, como si no tuviera alma.

No sabe que fue lo que ocurrió para que actuará de esa manera, pero sabe que debió haber ocurrido algo, para que despertará una nueva versión de ella.

PRINCESA GUERRERA  [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora