CAPITULO 57: Trato

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Susana fue a ver a Tony, pero para su sorpresa, no lo encontró ahí. Omar la vio y también vigilo que nadie estuviera vigilando la casa. Al ver a la bruja, Omar la dejo pasar, mientras que Susana presentía que algo andaba mal.

— Sí buscas a Tony... no está — Omar la mira y ve que Susana está tranquila, aún así, prefiere mantener su distancia con ella.

— ¿A dónde fue?

Omar traga saliva y piensa en decirle dónde está su hijo y con quién — Salió, no debe tardar.

— ¿Dónde específicamente?

— Al prado.

«¿Por qué iría ahí?» se pregunta — Iré a verlo, necesito hablar con él — comenta.

Omar no está seguro que eso sea buena idea — Mejor espera, Tony ya no tarda en volver.

Pero como Susana es tan testaruda, no hace caso y sale de la casa, antes de que Omar la detenga. Mientras que él, se resigna, pues no puede hacer mucho, solo espera que Susana no se lleve una gran sorpresa, cuando encuentre a Tony.


Ella va al prado, la oscuridad no la deja ver y camina a ciegas, con sus manos quitas las ramas que le estorban. El trayecto al prado no está muy lejos, Susana espera encontrar a Tony a solas y así poder hablar con él, sin que alguien este en medió de su conversación. Cuando llega al prado, lo ve primero, pero se da cuenta que no está solo y puede ver a través de los arbustos, como Rosalinda y él están demasiado cerca.

Quiere pensar qué, lo que está viendo no es real, pero mientras más se acerca, más ve el beso de cerca. Su rostro cae de sorpresa y siente una apuñalada en la espalda, mientras ve el beso y siente como le cae un balde de agua fría a la cabeza. No aparta la mirada, se siente traicionada y dolida en cierto punto, sus puños se cierran y sus pupilas se tornan naranjas, explota y grita; quemando ciertos arbustos.

La explosión llama la atención de los dos y voltean a ver en medio de las profundidades del bosque. Ninguno sabe que fue lo que paso, porque se miran desconcertados y bastante confundidos a la vez. Susana baja la mirada y se aleja de ahí, volviendo a la aldea, siendo sincera, no quiere seguir viendo ese momento asqueroso.

Tony ve en medio de la oscuridad y por alguna razón, creyó a ver visto alguien entre los arbustos. Miro a Rosi y tomo su mano — Creo que deberíamos volver — propone y la princesa asiente con una sonrisa.

Se miran con tanto amor, que Tony la ayuda a ponerse de pie y Rosalinda toma su mano, cómo si estuviera tomando el alma del castaño. Cuando se pone de pie, queda muy cerca de él — Deberíamos salir más — comenta Rosi.

— Cuando esto termine, tal vez.

— Me parece bien.

Ambos sonríen y se toman de las manos, su pequeña burbuja es suficiente ahora, solo por esta noche. Mañana, tal vez puedan descubrir lo que sucederá con esto que son ahora. No pueden pararse a pesar en lo que son ahora, porque como Tony dijo: aun queda mucho y esto todavía no termina. Así que cuando eso pase, cuando todo esto termine, descubrirán que son, ahora que han dado el siguiente paso.

Pero no solo es eso, sino también que tienen que decirle a Susana, Rosalinda al darse cuenta de ese pequeño detalle, no puede dejar de pensar, en cómo lo tomará. Ella espera que lo tome bien, que no se enoje, pero sería desear mucho en este momento. Respira profundo y avanza junto a Tony, el agarre del castaño es demasiado protector y por un momento, se siente segura a su lado.

Jamás pensó en estar enamorada de alguien como Tony, nunca creyó haberse permitido abrirse al amor, jamás lo considero en absoluto. Pero Tony no es un príncipe o un caballero real, ni siquiera su lema de cazador, es importante para ella; por primera vez alguien la hace feliz y no le importa que no pertenezcan en la misma clase, lo ama y con eso basta.

PRINCESA GUERRERA  [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora