PRINCESA GUERRERA [Libro 1]

CAPITULO 4: El corazón de una bruja

Susana y Tony llevaron a la bruja hasta la aldea, la encerraron en el calabozo de la parte de arriba de la oficina del acalde. La amarraron contra la silla y la dejaron ahí, el acalde vio a la bruja adentro, la puerta era de metal y en el centro tenía una pequeña cruz como ventana. Los tres bajaron a la parte de abajo para hablar.

La bruja miro a su alrededor e hizo una mueca, no espero que la capturaran, pensó que con estar cerca de los humanos, no se darían cuenta. Vaya error que cometió, prefiere morir por los cazadores que por Esmeralda. Su líder.

-¿Por qué la trajeron aquí? - el acalde les pregunto a los cazadores.

Susana estaba cruzada de brazos, -No fue idea mía - contesto de manera seca, -Fue de Tony - lo señaló con su dedo, apuntado a él. Tony la fulmino con la mirada, -Necesitamos sacarle información - dijo.

-Eso lo entiendo, pero debieron llevarla a otra parte - exclamo el acalde.

Susana suspiro, -Este es el lugar más seguro y el único para interrogar a esa perra - también exclamo y teniendo un punto.

-Solo le sacaremos información y luego la matáramos - dijo Tony calmando la situación, ya que sintió una fuerte tensión entre su novia y el acalde.

El acalde asintió, no estaba muy convencido, pero ellos son los expertos. Así que los dos, subieron a la parte de arriba. El castaño abrió la puerta, mientras que Susana estaba detrás de él. La bruja alzo la mirada y los vio a ambos, con una sonrisa cínica en su rostro; en el fondo, no le importa lo que hagan con ella, le da igual, pero es un echo que no podrá ver el espectáculo que se viene y es una pena que no podrá verlo.

-Vamos a charlar, ¿Te parece? - dijo Tony.

-Suena tentador - dijo burlonamente.

Susana se contuvo, estaba cruzada de brazos y sentía mucha impotencia en esos momentos, la bruja miro a Susana, sintiendo su irá y las ganas de matarla, -No dejaré la diversión para ti - exclamo la bruja.

-Vete al infierno - dijo.

La bruja río, -Eso ya lo veremos - Tony tensó su mandíbula, rodeo los ojos, esto nada más es perder el tiempo, así que fue al grano, -¿Qué están planeado? - le pregunto.

-Nada que te importe - dijo, entonces Tony la golpeo en el rostro, -¡¿QUÉ QUIEREN?! - le grito, la bruja se incorporó, después de la golpiza que le dio, para después empezar a reírse. 

-Son unos idiotas, ¿Enserio creen que les diré a algo a ustedes?... por favor, no soy la única que les daría información.

-¿Entonces quién? - está vez pregunto Susana, con la poca paciencia que le queda.

La bruja se quedo en silencio, -No te diré eso a ti, insignificante pedazo de mierda - le escupió en la cara, Susana no se contuvo y la golpeo con mucha fuerza, que le saco sangre de la boca y nariz.

Susana volteo a ver a Tony, esto es más complicado de lo que creen, ella se acercó hasta el castaño, -Deberíamos matarla - sugirió, Tony miro a la bruja, -¿Qué es lo que están planeando? - pregunto, todo esto le resultaba extraño.

-No lo sé, pero no nos sirve y no creo que al acalde le agrade tener una bruja en su calabozo - dijo.

Tony sonrió, sabe que Susana tiene razón, -Bueno, tú lo harás - dijo y Susana sonrió, ya era hora de que la deje matar a esas malditas. El castaño por su parte, salió de la habitación, dejando sola a su novia con esa bruja. Solo pudo escuchar los ruidos de la bruja y de los golpes de Susana que le daba. A veces odia oírlas gritar, pero siguen siendo unas malditas y unas embusteras.

Cuando Susana terminó, salió de la habitación, su ropa estaba manchada de sangre, además de que sus nudillos estaban rojos, por los golpes que le dio a esa bruja. Tony no se asusto, pero si le sorprende mucho, lo salvaje y peligrosa que puede llegar a ser Susana, más cuando se trata de cazar. Y es que no mide sus golpes o sus palabras, es la misma razón, por la que ni Susana se entiende así misma, también tiene miedo de ella y lo capaz que puede llegar a ser.