CAPITULO 60: Una estrella más

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Omar corrió hacia el gran cañón, aguantando el aire, sus piernas no paraban y lo peor, es que estaba preocupado por Tony, Susana y Rosalinda. Así que corrió lo más rápido que pudo, hasta que en medio del camino, se los encontró.

Omar al ver a su hijo, una parte de él se alegro, la otra... tenía un presentimiento malo.

Tony al ver a su padre, no sabía si alegrarse o no. Tampoco sabía que decir y aunque Rosi estaba atrás suyo, la verdad es que apenas la noto. Este día, ha sido el más largo de toda su vida y siente que en cualquier momento, se va a desmoronar.

— ¿Qué pasó? — miro a ambos, no veía a Susana en ninguna parte.

Rosalinda miro a Omar, incapaz de explicarle cómo sucedieron las cosas, no tiene nada que opinar o decir en este momento. El silencio es evidente, algo paso durante todo el día y Omar lo sabe muy bien.

— ¿Dónde está Susana? — pregunta por ella.

Tony quiere echarse a llorar, pero se contiene — Ella... no está — tampoco puede decir en voz alta, que está muerta y que acaba de quemar su cuerpo.

Omar no entiende y mira a los dos — ¿Qué? — empieza a ponerse ansioso y pensar en lo peor.

Rosalinda baja la mirada, mientras que Tony rompe en llanto y Omar sin dudar lo abraza, mientras el castaño se aferra a él. Alguien necesita que lo sostengan en este momento, porque él solo no puede mantenerse de pie, por ahora. Todo sucedió muy rápido, demasiadas cosas a la vez y él no puede procesarlas todas al mismo tiempo.

Omar lo consuela y puede ver a Rosi mantenerse fuerte, tal vez por los dos o por ella misma.

Tony se separa de su padre, limpiando sus lágrimas, ¿Es vergüenza lo que siente o es algo más?, baja la mira, no quiere que nadie lo vea así. Él quiere estar solo, no quiere pasar esta noche, se quiere morir en esté preciso momento.

— Susana está... — Rosalinda no sabe como decirlo, sin que suene duro —, ella...

Tony la mira de reojo, esto sin alzar la mirada y sin mirar a su padre directamente, así que simplemente lo dice, fingiendo que no le duele decirlo en voz alta — Susana murió... Esmeralda la mato — su voz se oye tan apagada, que Omar se sorprende.

Está cansado, demasiado agotado y la poca fuerza que tiene, es mínima a comparación de otras veces, cuando acaba una pelea grande como las que está acostumbrado.

— ¿Y Esmeralda?

— Susana le hizo algo... no sé que le hizo. Pero espero que esté muerta.

Rosalinda también espera eso — No sé porque... Susana no pudo curarse — es lo más extraño, porque la primera vez que murió, una fuerza mágica la pudo salvar.

— ¿Había una primera vez? — Omar pregunta asombrado.

— Sí, pero pensábamos que... está vez podría salvarse — dice Rosalinda.

Tony no dice nada, tiene atorado en su garganta un nudo que lo está molestando, otra vez sus ojos se humedecen, sus pestañas las siente mojadas. Necesita salir de aquí y pensar las cosas con claridad, necesita tener un momento a solas, solo uno.

— Iré al bosque... necesito estar solo.

Rosalinda y Omar lo miran — ¿Estás seguro? — ella le pregunta.

Es la primera vez de este día, que tanto Rosi como Tony se miran a la cara, a pesar de los engaños, las traiciones y los secretos, todavía se aman en el fondo. Aun Rosalinda lo ama y odia verlo tan destrozado, tan sin vida en este momento, los colores no los ve y solo ve gris ahora, ambos lo ven. También la culpa los está invadiendo, especialmente a Tony, por no llegar a tiempo, por no salvarla como se debía.

PRINCESA GUERRERA  [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora