Escena extra

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En el bosque, un grupo de hombres estaba acampando en medio de la nada. Todos estaban en círculo, alrededor de la fogata que estaba en medio de ellos. Los hombres eran de diferentes edades, pero todos estaban ahí por una razón:

Buscando a un niño que fue raptado por lo que se cree, fue una bruja.

La oscuridad los acechaba a todos y a pesar de que era mala idea ir al bosque en la noche, alguien los envío ahí, esto para buscar al pequeño que desapareció y también, para cazar a esa maldita del demonio.

Mientras esperaban una señal, comían en silencio, a lado de ellos había dos perros grandes color negro. Los animales les hacía compañía, el fuego era su única luz y no era suficiente, ya que era claro que los ruidos de fondo; los hacían pensar que había alguien o algo, acechando a todos por igual.

— No deberíamos estar aquí — comenta uno, mirando a su alrededor.

Los hombres miraron al tipo — Vinimos porque un niño fue raptado hace unas noches. Tenemos un trabajo que hacer.

El hombre no estaba seguro, miraba a su alrededor y todo era muy tenebroso para él — Deberíamos apagar el fuego.

Sabe que una bruja podría verlos por el fuego prendido — No veríamos — responde uno.

— Además, tenemos que comer — dijo otro.

Aquel hombre ya no reprochó nada y suspiro fastidiado. Su última pieza de pollo ya estaba terminada, así que lanzó el hueso hacia donde estaban los perros, pero el golpe hizo que se volteara y viera que los perros no estaban.

Todos vieron que los perros se habían ido, pero eso es imposible, porque hace unos segundos, estaban ahí.

— Qué lindas criaturas.

Una voz femenil los hizo voltear y mirar a la mujer, de cabello castaño, piel blanca y un vestido negro de cuero. Se pusieron de pie, tenían sus armas a un lado, esperando o simplemente bajando la guardia.

Esmeralda miro a los hombres y luego miro a los dos perros — ¿Son de ustedes? — les pregunta.

Los hombres se miran el uno al otro, sin saber que hacer, se les hace raro que una mujer aparezca en medio de la nada.

— Si, son nuestros — responde el líder de ellos.

— ¿A qué han venido a la oscuridad de este bosque?

Vuelven a mirarse entre ellos — Eh... vinimos porque... se robaron un niño, mi lady. Vinimos a recuperarlo. Creemos que es una bruja.

Esmeralda los escucha, ella sabe que no es tonta, esos hombres ya saben lo que pasó hace unos días — Oh... aquí no hay ningún niño — sonríe maliciosa — Aquí... solo hay... ¡Muerte! — lanza el primer ataque y los perros atacan a sus dueños.

Saca su barita y empieza a despedazar a los hombres. A uno le dispara un rayo. A otro lo lanza contra un árbol y el hombre es atravesado por las ramas filosas. Dispara a uno y lo hace pedazos, dos de ellos corren, pero es alcanzado por Esmeralda.

— No debieron venir — lo ataca y por arte de magia, dos látigos toman los brazos y piernas del hombre.

Este grita y Esmeralda usa su barita, para partirlo en partes. Los brazos y piernas se desprenden y la sangre brota. Dejan un cuerpo completamente pedazos, destrozado y sin sus partes del cuerpo.

Esmeralda alcanza al otro tipo y se para enfrente de él — Por favor... le suplico que no me mate.

— Owww, créeme, tu muerte será muy dolorosa.

Junta sus dos dedos y los coloca en la frente del pobre diablo y le coloca un hechizo. Poco a poco, el hombre empieza a tener efectos y se agacha, con sus dedos empieza a rasgar la tierra, hasta que encuentra gusanos. Esmeralda lo mira y se burla de él, el hombre se come los gusanos y ella espera, a qué explote.


Espero veinte minutos, hasta que el hechizo funciono y el hombre exploto, como una burbuja. No quedo nada, solo restos esparcidos por todas partes. Esmeralda recogió los restos, ya que los utilizaría para la cura, esto para ser inmunes al fuego. Saco una navaja de su bolsillo de su vestido y corto la palma de su mano, la cerro y la sangre empezó a derramarse sobre la vasija y recito unas palabras en un idioma antiguo.

Tenía que llegar a la aldea de las brujas, para eso le tomará como tres días en llegar y alzo su mirada, en dónde vio el castillo del reino centro. Esmeralda suspiro y cuando vio que la vasija estaba llena, se puso de pie y la tomo, coloco la sangre con pedazos de carne humana y un mechón de un niño pequeño; la coloco en un frasco y la guardo en el bolsillo de su pantalón.

Decidida volvió a la aldea de las brujas, espera que esto funcione o entonces, tendrá que idear otro plan y seguir buscando a Susana. De todos modos, falta muy poco para el ritual de las doce lunas. Así que todavía tiene tiempo, para planear todo a su debido tiempo.


Está escena es antes del segundo capítulo y antes del cuarto. Una escena eliminada en pocas palabras, pero un contexto también.

Realmente voy echar de menos a Esmeralda, pero tranquilos, ella sigue siendo importante en la saga.


PRINCESA GUERRERA  [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora