PRINCESA GUERRERA [Libro 1]

CAPITULO 34: El regreso

Susana entró a la casa y sacó varios libros, todos ellos sobre magia y sobre objetos mágicos, tuvo que hallarlos por su cuenta en este mes. Tony y Rosalinda, ni siquiera lo saben y le da igual que no lo sepan, ella leyó cada uno de ellos y encontró la barita de Esmeralda; su creación es desconocida, pero puede ser destructible, pero también se puede romper y es justo lo que necesita, para que esa maldita, no la mate en el momento inoportuno.

Eso fue antes de que llegarán Tony y Rosalinda, de quién sabe en dónde estaban, cuando salió y los vio llegar, ella se molestó porque la tenían con el Jesús en la boca y se preocupó, ya que ninguno de los dos llegó anoche. La forma en como estaban parados, fue lo que más le sorprendió, ya que sus hombros estaban muy juntos, casi rozando el uno con el otro y por supuesto, no comento sobre eso. Claro, discutieron, como siempre y Susana después de volver a entrar a la casa, nuevamente, tomo un poco de agua; ya que todo este asunto, se le complica más.

Rosalinda entro, no dejo la aldea, pero sí camino por el bosque una hora, antes de volver -No quería que te preocuparás - dice entrando y Susana rodea los ojos, simplemente no le responde.

-No hubo nada entre nosotros, sí piensas eso.

Susana deja de beber su agua y coloca su vaso sobre la mesa, se gira y la mira cansada -¿Crees que lo pensé? - cuestiona, cruzándose de brazos.

-¿No? - Rosalinda no quiere pelear, no ahora que las cosas están bien entre ellas -, por tu cara dice mucho - comenta y Susana se tensa más -. Es obvio que todavía lo amas y...

-¿Y piensas que te estás metiendo en medio?

Rosalinda no responde eso -No... claro que no - dice, aclarando su garganta.

Susana sabe que sí, desde el primer momento que se conocieron y no es culpa de Rosi, que ella y Tony hayan terminado. La cuestión es que, ninguno de los tres es honesto consigo mismo y eso es lo que más le molesta, de que ninguno o en este caso, Tony y Rosi no sean sinceros con ella y creen que pueden salirse con la suya, pero no es así.

-Mira, no quiero pelear contigo - lo dice enserio, está a punto de estallar en este momento y no quiere que Rosi vea el otro lado de la moneda -, solo quiero acabar con todo esto - toma asiento y con ambas manos, se frota su sien.

Rosalinda la mira por un momento, más no dice nada y se queda de pie, Tony abre la puerta y entra igual, llamando la atención de ambas chicas. Él se para a lado de la princesa, por supuesto que se miran y Susana los ve, ella baja la mirada, pero luego recuerda que tiene que decirles sobre lo que investigó y lo que sabe: sobre la barita de Esmeralda.

-Descubrí sobre la barita de Esmeralda y tengo una solución, por sí regresa. Esto en caso de emergencia - mira a los dos y ellos le prestan atención.

Tony se cruza de brazos, con la espalda rígida -¿Y sabes cómo hacerlo? - le pregunta, aclarando sus dudas.

-Sí, lo que investigue del ritual de las doce lunas, es que... Esmeralda a fuerza necesita mi corazón, para que se complete el ritual. No necesita doce niños para hacerlo, mi corazón es el único remedio y su barita, es muy poderosa - mira a ambos, que nota su brillo en sus caras y sonríe por eso -. Necesito destruirla, para que así Esmeralda no me mate y no se complete el ritual, la barita es la única alternativa que tengo, para sobrevivir y no morir en el momento - les explica, cómo va a ser todo esto, a partir de ahora.

Rosalinda entiende y mira a Tony, cómo si buscará una aprobación, pero no la encuentra cuando ve su rostro, todo neutral -¿Y qué pasa si no funciona? - pregunta.

-Te lo estoy explicando - aclara y su voz suena desesperada -, Esmeralda no podrá matarme, al menos que destruyamos su barita - dice, respirando profundo.