PRINCESA GUERRERA [Libro 1]

CAPITULO 32: Mi canción de lucha

Enrique bajó a desayunar, sus padres estaban ya en el comedor, él tomo asiento y se sentó. Una de las sirvientas del castillo, les sirvió y esté le agradeció cordialmente. El rey Carlos, estaba revisando algunas cartas que llegaron a principios de este mes, ya estaban a mitades del invierno, por lo que en dos meses, la primavera pronto vendrá. Se supone, que en las próximas semanas, Enrique irá al reino castillo a visitar a los Collins, esto para conocer a la princesa y así mismo unir alianzas con el reino centro y el este.

-Padre - Enrique lo interrumpió -, necesito su permiso para comentar algunas cosas de este viaje, ¿Sí le parece de acuerdo? - el rey miro a su hijo, bajando sus anteojos y colocarlos sobre la mesa.

-¿Sobre qué? - le pregunta.

Enrique se aclara la garganta -Sobre sí el consejo real, ya sabe que iré en unas semanas al reino centro - le comenta.

-Ellos ya están enterados, ya saben que irás, hijo mío.

-Estupendo, estoy algo nervioso.

Y vaya que lo está, ya que está ansioso por conocer a su futura reina -No lo estés, hijo mío... el reino centro te está esperando, con los brazos abiertos, para ser recibido - el rey alienta más el ego de su hijo, por lo que Enrique queda satisfecho con la conversación.

Luego de hablar con su padre, Enrique fue a su habitación y se acercó al balcón que tiene, abriendo las puertas, viendo a lo lejos el castillo del reino centro. No pudo evitar sonreír, ya que las historias que cuentan, son extraordinarias, pero, a él no solo le basta eso, no, el reino centro es muy valioso en particular, tiene grandes riquezas en el sentido de la naturaleza. Los bosques del reino centro, siempre han sido una riqueza para el reino, incluso la familia real considera sus bosques como un milagro, ya que los bosques del centro, ayudan al pueblo, pero también al reino en general.

No es coincidencia, que muchos quieran vivir ahí, ya que el reino centro es una gran oportunidad para comenzar desde cero. Algo que por supuesto, el reino este no tiene y mucho menos el reino sur, ya que es el único reino, que no tiene esos recursos que el reino centro, sobre todo por la frontera que divide ambos reinos.

Enrique quiere hacer unos cambios en el reino centro, tiene planes, solo necesita casarse con la princesa y el resto se hará por sí solo.

Rosalinda disparo una flecha, ella estaba practicando, hace mucho que no está sola, en medio de la nada y rodeada de gigantescos árboles alrededor suyo. Nunca ha tenido la oportunidad de detenerse por un momento, apreciar un poco la naturaleza y lo que está podría a veces ofrecerte. Nunca ha intentado respirar por una vez y decir "Vale, puedo con esto y darme un tiempo para mí", siempre habrá algo que se lo impida y siempre aparentar lo que otros creen de ella.

Y ese siempre ha sido el problema, porque Rosalinda se da cuenta, cuando la gente no ve lo bueno en ella y siempre ha visto como hablan a sus espaldas. Ella dispara otra flecha, pero también pensando en cómo a veces, desearía que las cosas fueran más fáciles, pero no las hay y eso es lo más le frustra, no poder tener tiempo y esperar a que ocurra algo milagroso en su vida. Pero ella sabe muy bien, que los milagros no existen, que es solo una mentira que las personas te dicen, "todo estará bien, ya verás", esas simples palabras son una excusa para no ver la realidad de las cosas y de cómo el mundo es más complicado que antes.

Y no es que no crea en nada o en Dios, es que está harta de esperar a que un milagro pase y que todo se solucione con eso. Rosi sabe muy bien, que la vida es injusta, que nadie te va a salvar a menos que tú lo salves primero y eso es lo que más le inquieta, el no poder salvar a los que ama. Porque está muy claro, que siempre va esperar un milagro, solo uno, para darse cuenta que no vale la pena y que al final del día, va a perderlo todo y más en este trabajo, porque ser cazador lleva una gran carga; ahora entiende porque Tony y Susana viven de esa manera, tan precavidos y esperando la luz al final del túnel.