Estaba comiendo mi tazón de cereales en silencio, hoy era mi último día antes de la universidad. Toda mi familia hablaba animada: mis padres, mi hermano pequeño, mi hermano mayor y mi hermana pequeña. Incluso mi perra estaba muy feliz, menos yo. De repente Lacie, me lamía la pierna, en busca de comida. Sonreí y la acaricié, después moví la cabeza negativamente:-Cielo estas muy callada.-dijo mi madre, todos se giraron para observarme.-¿No dirás nada tu último desayuno antes de irte?-Me encogí de hombros.-No tienes remedio.
-Ya verás como deja de ser calladita cuando encuentre novio y este todo el día entre sábanas con él.-Dijo Joe y rió pícaramente. Me miró y yo le di un golpe en el brazo con fuerza.-¡Auch! No te avergüences, nos pasa a todos. Aunque recuerda, no te encariñes.-sus ojos se oscurecieron un poco y aparté la mirada.
-Joe que tus hermanos están delante. Yo estoy delante.-Soltó mi padre con el café en la mano, sorbiendo un poco.-Anda hija, vete a vestir cuando termines.
-¿Alexandra se olvidará de nosotros?-esa era Sophie, quien tenía una cara de "estoy a punto de llorar" muy grande.
-Claro que no.-Solté de pronto, todos me miraron. Me levanté después de acabar mi tazón y le di un beso en la cabeza, ella me abrazó. Todos me seguían mirando y yo me fui, no necesitaba dar explicaciones de nada.
Subí por las escaleras y entré en mi ahora vacía habitación, donde me puse mis pantalones cortos, mi camiseta y mi sudadera de la universidad, que había sido de mi hermano. Él decía que me la podía quedar, que ya compraría otra o que el equipo de Baloncesto le daría una gratis. Me estaba atando las zapatillas cuando alguien abrió mi puerta y yo levanté la cabeza, era Hunter. En algo teníamos en común: éramos los hermanos del medio. Nuestros padres les daban atenciones a Joe y a Sophie, pero Hunter y yo nos la dábamos entre nosotros, aunque no le reconoceríamos, era una especia de trato.
-¿Te vas?¿En serio? Que mierda.-Se sentó junto a mi. Yo me acabé de atar las zapatillas desgastadas y lo miré fijamente. Su tez estaba seria, era muy sincero y directo a pesar de tener solo 14 años. Sophie tenía seis y Joe tenía 19. Yo tenía 18. Lo abracé y él a mi, en silencio.-Oye Alex...habla con gente para no volverte loca, ¿si? Se que no hablas mucho pero prueba. Y otra cosa.-Lo miré.-No te olvides de mi.
Mi padre me llamó desde el salón y yo lo miré por última vez, sonriéndole. Mis maletas ya estaban dentro del coche, esperando. Mi hermano ya se había despedido y ahora me tocaba a mi. Besé y abracé a mi madre, ella me miró y asintió con elegancia. Me bajé para abrazar a Sophie, y ella se colgó de mi como un Koala, me la saqué de encima y le revolví el pelo. Llegó el momento de Hunter, que estaba de brazos cruzados muy serio. Nos abrazamos y puse mis labios cerca de su oído para susurrarle:
-Nunca lo haré.-Le besé en la mejilla y le revolví el pelo. Éste sonrió y me volvió abrazar. Salí por la puerta y me senté en el asiento de atrás con Joe, que ya estaba echando una cabezadita con el móvil entre sus dedos.
El viaje fue largo, fue eterno diría yo. Cuando llegamos, vi todo de chicos y chicas riendo y hablando, algunos con pistolas de agua y otros que eran parejas "saludándose" de manera íntima. Puse los ojos en blanco y resoplé, Joe se dio cuenta.
-Tu estarás igual dentro de unas semanas. Pero atenta.-Me miró serio.-Cada ligue tuyo se las verá conmigo.-Le miré levantando las cejas.-De verdad.-Me acerqué encima de él, aun se movía el coche. Joe vio como le iba hacer cosquillas, pero ya era muy tarde, ya estábamos en una pelea.-¡PARA, ME VOY A MEAR!
-¡¡Chicos por favor!!-Soltó nuestro padre, nosotros paramos y miramos hacía las puertas con decisión y seguridad. Aparcó y salimos del coche. Joe cogió sus cosas y me esperó en la acera, después de despedirse de papá. Después me tocó ami.-Mi niña, con cuidado. Te has hecho mayor. Por favor, no vuelvas pordiosera como el sujeto que tienes como hermano y sobre todo, vuelve con la misma sonrisa con la que has llegado.-Le abracé y asentí.-Genial, me voy.
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La voz de su sonrisa (Editando)
Teen FictionAlex siempre ha sido esclava de su familia y de su pasado. Ha conseguido sobrellevar toda la oscuridad que tenía y la ha cambiado por simple carácter. Esa coraza y tapadera, se empieza a quebrar al inicio de su carrera universitaria, donde conoce el...