William:
Una chica me había cogido por el brazo y estaba en el agua, pero pude ver como el idiota ese había besado a Alex y ella lo había apartado. Bien, estaba decidido, compraría armas de forma ilegal y lo descuartizaría. Alex estaba muy bonita con su bañador, así como lucía en su entorno más confortable. Ese pueblo donde iba y vivía era el mismo que el mío, y fue una agradable sorpresa encontrarme con Hunter y que me lo contara. Cuando me dijo que unos pijos se habían llevado a Alex como intercambio para algo, me hirvió la sangre. Al verla besarse con ese musculitos blanquito y de ojos verdes...solo podía matarle. Nadé hacía ellos con la rubia aun pegada a mi. Alexandra estaba diciéndole algo y el chico negaba.
-¡Tu!¿Qué coño haces besándola contra su voluntad?-dí unas brazadas hacía ellos, la rubia se despegó de mi. Ella me miraba con pánico. Le sonreí.-Te dije que no odiases nadie tanto como a mi, Alex.
-Vete chulito tonto, es mía.-respondió él.
-Dallas...-dijo ella con voz ronca. Ese era su nombre, algo nuevo de mi enemigo número 1.
-En verdad es mía, es mi prometida.-Dijo Adam gritando desde lejos riendo.-Pero bueno, como si no lo fuera.-continuó antes de meterle la lengua hasta el fondo a una pelirroja dentro de la piscina.
-¡Adam, no seas tonto!-gritó ella. Dallas la fulminó.
-¿Estas prometida?
-Es concertado, así que como si no.-Contestó. Me miró y sonrió.-¿Cómo vas?
-Solo nos hemos despedido hace un día.- ella rió. Alex se acercó más a mi salpicando con poco de agua y me dio la mano.-Abrazarte sería incomodo.
-Quiero dejarte algo claro.-Dijo Dallas cortando a Alex y mirándome.-Yo y Alex nos hemos liado.
-Ya,-dijo ella con el ceño fruncido. Me sentó como una patada. Debía aguantar el golpe, ella no me quería y tenía que acostumbrarme.-Pero te dejas la parte en la cuál te di una patada tirándote de la cama. No llegamos muy lejos, por suerte. Eres un borde.-Solté una sonora carcajada y Alex me miró haciendo una media sonrisa.
-Eso no quita que no te negaste.-dijo él. Alex sacudió la cabeza negativamente mientras ponía los ojos en blanco. Subió por el bordillo de la piscina y se cogió una toalla cualquiera, para ponérsela encima.-¿Dónde vas?
-Dallas, déjame.-dijo molesta.-En serio, vete a moverle tu cola a otra perra.-Me reí por su autodenominación de perra y ella también rió.-¿Vamos, William?
-Claro.-dije saliendo de la piscina y poniéndome junto a ella.-Vamos.
La música estaba alta. Todos estaban jugando en el agua por la gran idea que tuvo Alex, aun no entiendo porqué lo hizo. Ella estaba sentada en una hamaca de la piscina, con una cola en una mano y la baraja del UNO Splash en la otra. La ganaba de calle, pero no se rendía.
-Me da igual como me ganes, quiero revancha.-Dijo tomando un sorbo de cola y sonriéndome.-¿Hecho?-Asentí.-Bien, cuéntame como llevas esto de estar en un pueblo de mala muerte.
-No sabía que vivías aquí.-Soltó una carcajada y lanzó una carta. Tenía una sola en la mano.-¡UNO!-Gruñó y cogió otra.-Me gusta, llevamos toda la tarde con tus amigos buscándote.-Dije soltando una carta.-¡UNO!-Maldijo en voz baja y terminó su botella de cristal.-He visto a mucha gente. ¿Los amigos que tu madre te apartó por Adam son Joshua, Matthew y Mark?-pregunté levantando la mirada hacía ella. Estaba con la vista perdida en el agua. Seguí sus ojos, estaba mirando a Dallas. Debía aceptar que lo nuestro fue una borrachera tonta y ella podía sentirse atraída por otros tíos, aunque me muriera a todas horas.-¿Alex?
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La voz de su sonrisa (Editando)
Novela JuvenilAlex siempre ha sido esclava de su familia y de su pasado. Ha conseguido sobrellevar toda la oscuridad que tenía y la ha cambiado por simple carácter. Esa coraza y tapadera, se empieza a quebrar al inicio de su carrera universitaria, donde conoce el...