𝘋 𝘖 𝘚

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𝘞𝘪𝘵𝘤𝘩
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Mis pasos por los pasillos del castillo eran fuertes y rápidos, estaba llegando tarde a la cena que muy gustosamente les brindó mi padre sus invitados

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Mis pasos por los pasillos del castillo eran fuertes y rápidos, estaba llegando tarde a la cena que muy gustosamente les brindó mi padre sus invitados.

Al llegar a la gran puerta del comedor un guardia me pregunta cortésmente si necesita quiere que anuncie mi nombre y rápidamente le respondo un apurado no.

El abrir la puerta de golpe por mi cuenta hace que mi familia gire hacía mi dirección.

—Estoy bien señorita.— Suelta una voz levantándose del suelo. Un pequeño grito de sorpresa sale de mi boca al darme que había tirado un guardia.

Pateo la puerta con el pie y me acerco al guardia.

—Lo lamento tanto, cómo puede observar estoy llegando tarde a la única cena "familiar" en años.— Digo en susurro y eso  hace que el guardia quiera reír pero su profesión no lo deje.

—Yo me río por usted.— Digo ahora casi inaudible. Este asiente conteniendo una risa y vuelve su mirada al frente quedándose completamente rígido sobre la gran puerta.

Lo tome por sorpresa al pobre.

Por fin me dedico a caminar hasta la mesa sintiendo la débil risa de mi padre, que aunque este enfermo tiene sentido del humor y no esta cara de pan cómo el resto. Perdón.

Busco un lugar libre y ese se encuentra al lado de Rhaenyra la cuál no duda en tomar mi mano ni bien tomo asiento en la mesa.

—Mira cuánto has crecido mi dulce Aemma.— Sonrio al escucharla usar su viejo apodo sobre mí.

—Es bueno volver a verte Rhaenyra.— Mi mano acaricia la suya unos segundos hasta que la voz de mi madre nos interrumpe.

—Ahora que estamos todos, mi rey, ¿qué le parece hacer una oración?.— Pregunta mi madre mirando a mi padre.

—Eso sería maravilloso.— Dice aquel.

—Agradezco a todos los seres de luz que nos permiten estar todos hoy aquí reunidos después de tanto tiempo, a mi esposo Viserys, que estando en estás condiciones vino hasta aquí a recibir a sus preciados invitados. Gracias a ellos por estar aquí también hoy, y por mi hija Visenya que va a tener una corona en su cabeza en un par de meses, gracias.— Al finalizar mi padre levanta su copa con emoción y sonríe para mi dirección lo cuál le respondo de exactamente la misma manera.

Los invitados levantan sus copa de forma desconfiada, creó que se confunden de corona.

—¿De qué corona habla tú madre?.— La voz de Daemon se oye solamente en esta parte de la mesa.

—No es la corona de tú esposa, de eso puedes estarte tranquilo.— Digo tomando mi copa de vino y dándole un largo trago.

—¿Y a qué corona se refiere?.— Señor más desconfiado que Daemon Targaryen no existe.

𝗪𝗜𝗖𝗞𝗘𝗗 𝗚𝗔𝗠𝗘 | 𝘩𝘰𝘶𝘴𝘦 𝘰𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘳𝘢𝘨𝘰𝘯 ᵀᴱᴿᴹᴵᴺᴬᴰᴬDonde viven las historias. Descúbrelo ahora