𝗦𝗜𝗡 𝗖𝗢𝗥𝗥𝗘𝗚𝗜𝗥
Dónde Aemma Visenya Targaryen se ve metida en un lío al comenzar a sentir una fuerte atracción hacía tres hombres los cuáles pueden traerle más problemas de lo que ya tiene...
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Martón 3/3
Me encontraba en la parte abandonada del castillo terminando de acomodar todo antes de que vengan mis hermanos.
Había tirado un par de almohadones e acolchados sobre el suelo, también le pedí a un guardia que custodia la zona a que me ayude a prender una fogata para dar luz y calor. Me sentía conforme con el resultado.
Decido acostarme en el centro y cerrar los ojos. A los pocos minutos siento como la puerta del salón se abre, como se que son mis sobrinos e hermanos no me inmuto en moverme. Sólo a abrir los ojos.
Veo como ellos se acercan a mi y noto a Helaena hacer un puchero para después quitarse los zapatos y correr para acostarse en el gran acolchado.
Los demas imitan a Helaena con desconfianza pero termina sentándose.
—¿A qué se debe todo esto?— Pregunta Aegon con desconfianza.
—Les dije que me gustaba que pasáramos tiempo juntos.— Digo para sentarme.
Veo como Lucerys no duda en acostarse boca abajo y cerrar los ojos, Aegon lo imita y sólo Jacaerys, Aemond y yo nos encontramos sentados.
Jacaerys enarca una ceja hacía mi dirección para pararse y colocarse a mi lado pero está vez acostándose.
Veo a Aemond pasar su legua por sus dientes y después chasquear su legua hacía mi dirección.
—Que sueño.— Dice Aegon bufando.
—Este lugar da sueño, dice la leyenda q-.— Comienzo a contar la historia pero Aegon habla.
—Y aquí vamos.— Dice el rubio para volver a cederme la palabra pero no sin antes ver como Aemond se pone de pie para luego acomodarse a mi lado.
Aclaro mi garganta al saber que ahora tengo a mi sobrino e hermano acostados a mi lado.
—Dice la leyenda que este lugar genera sueño ya que aquí antes vivía una mujer. Pero ella solo vivía en esta habitación, dicen que jamás salía de aquí. Según las antiguas doncellas ella era esquizofrénica y lo único que la ayudaba a calmarse era dormir, entonces ella hechizó este lugar para que todo aquel que entre sienta sueño.— Termino para después escuchar como Lucerys finge un ronquido logrando que una risita salga de mi boca.
—Dicen que ella termino matándose ya que su esquizofrenia siguió avanzando, hasta tal punto que ni dormir la ayudaba.— Dice Helaena terminando la historia.
—Pensé que no la recordabas.— Dije mirándola con una sonrisa.
—Cómo no voy a recordarla, era nuestra leyenda favorita.— Dice este sonriéndome.
—Momento tierno.— Dice Luke ocasionando que ahora nos riamos Helaena y yo.
Decido por fin acostarme ya que mi espalda comenzaba a dolor. Al acostarme puedo sentirlos cerca. Puedo sentir la mano de Jacaerys chocar con la mía y el hombro de Aemond rozando con el mío.
—Recuerdo el día que Visenya lloro al enterarse que madre también podía amarnos a nosotros y no solo a ella.— Dice Aegon con un tono burlesco.
—En mi defensa ella siempre me decía me amaba y pense que esa palabra la inventó ella para mi, pero después escuche cuándo se los dijo a ustedes y llore porque pense que era la única a la que mamá amaba.— Digo con una sonrisa.
—Recuerdo la vez cuándo Helaena se le cayeron los dientes delanteros y se puso unos pedazos de maíz que encontro en el suelo.— Dice Jacaerys logrando que Helaena ría.
—Lo recuerdo, parecía un conejo. Madre después me obligo a lavarme los dientes por una hora seguida.— Dice está y puedo deducir que esta sonriendo.
Unos ronquidos empiezan a escucharse y deduzco que son de Luke, se que quedo dormido.
—Lo que faltaba.— Dice Aemond bufando.
—No seas malo.— Le digo.— Luke estaba cansado.—Otro ronquido más comienza a escucharse logrando que una pequeña risa salga de mi boca.
Era Aegon. veo como Aemond lo patea para que deje de roncar ya que lo tenía en los pies y mágicamente funciona.
—Me despido.— Dice Helaena dando a entender que también se iría a dormir.
—Puedes apagar la fogata, si quieres. Hay un balde con agua al lado de la chimenea.— Ella chasquea su lengua para después pararse y apagar la fogate dejándonos en la oscuridad.
—Que miedito.— Dice esta para después volver a acostarse.
Me tenso al sentir como Jacaerys deja un sueve beso sobre mi hombro descubierto para después darse la vuelta para el lado contrario.
Siento como la temperatura comienza a subir por mi cuerpo después de eso.
Me giro para el otro lado arrepintiéndome al instante ya que Aemond se encontraba dado vuelta hacía mi dirección.
Podía ver su rostro ya que entraba un poco de la luz de la luna por las ventanas.
Siento como este a propósito se acerca más a mi.
—¿Qué haces?— Pregunto casi inaudible.
—Acomodandome.— Dice este de la misma forma.
—Hay mucho espacio.— Digo cuándo empiezo a ponerme nerviosa.
—Lo se. Pero estoy perfectamente cómodo aquí.— Dice este mirándome.
Trago grueso al sentir su mano subiendo por mi brazo.
—¿Qué haces?— Vuelvo a preguntar.
—¿Por qué el si puede tocarte y yo no, Visenya?— Pregunta este de forma inaudible logrando que mi corazón pare por un segundo.
—No se a que te refieres.— Digo sintiendo como su mano pasa por mi cuello poniendo un poco de presión allí.
—Sí lo sabes, Visenya. Tu leguaje corporal habla para mí.— Dice esté subiendo su mano por mi cuello hasta mi mandíbula.
Mi cuerpo ahora mismo pide más a gritos, y se que el nota pero no esta haciendo nada al respecto.
—Puedo notar tu respiración acelerándose, puedo sentir cómo tragas grueso ante mi tacto, puedo sentir cómo tu cuerpo responde ante mis señales.— Dice esté apretando mi mandíbula para atraerme más hacía él a tal punto de sentir sus labios tan cerca de los míos.
—¿Qué quieres, Visenya?— Pregunta este apretando más mi mandíbula.— Dímelo.
—Quiero que me beses.— Digo desesperada, y eso es suficiente para el ya que apoya sus labios contra los míos con rudeza. Se mano abandona mi mandíbula para ir hasta mi cintura.
Sus humedos labios abrazan los míos con firmeza. Desconozco la cantidad de emociones que mi cuerpo siente en este momento, pero sólo se que me encuentro en el cielo.
Al cabo de unos minutos este se separa de mi logrando que un suave grito ahogado salga de mis labios.
—Creo que es un poco irrespetuoso hacer esto aquí.— Dice esté sonriendo con maldad. Hijo de puta.
—Duermete Visenya, y deja de pensar tanto.— Dice este dándose la vuelta con tranquilidad dejándome anonada.
