26. Phone-Sex.

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"Frank", "Frank, "Frank".

Sonaba el teléfono desde algún lugar, por lo que se levantó rápidamente de su silla, donde estaba revisando unos documentos del trabajo.

— ¿Qué pasó? — pregunta preocupado, no era usual que lo llamara en el día a menos de que algo hubiera sucedido.

— Nada — la llamada se escucha algo entrecortada, como si estuviera en un sitio donde no llegaba bien la señal.

— ¿Dónde estás? Voy para allá — estaba a punto de comenzar a buscar su traje, tratando de recordar a dónde había ido a parar la noche anterior.

— No es necesario, estoy bien — puede escuchar los carros pasar en el fondo, y estaba a punto de preguntar — te extraño.

— ¿Te golpeaste la cabeza? — se sienta en el sofá, tratando de enfocarse en el ruido de fondo, de algo, cualquier cosa que le indicara dónde estaba. Él no solía decir ese tipo de cosas.

No había más que estática y la respiración de Frank.

— Estoy bien, en serio.

— ¿Dónde estás? — dice de nuevo, se estaba comenzando a desesperar.

— Matt, estoy bien — repite por tercera vez — solo quería saber cómo estabas.

— Yo estoy bien, pero no sé tú — Frank rio y solo confirmó que algo no estaba bien.

— He estado pensando en ti — Matt no tiene palabras, por lo que solo puede quedarse ahí, esperando a escuchar lo que sea que tiene para decir — en lo que hicimos anoche — su voz parece ronronear, mucho más ronca y grave de lo que normalmente era.

— ¿Me llamaste porque estás caliente? — pregunta incrédulo y por un momento no dice nada, como si de repente estuviera avergonzado.

— Puede ser — entonces le responde con una risa, sintiendo todo su cuerpo relajarse — ¿de qué te ríes?

— Me preocupaste.

— Lo siento — se queda callado, y casi puede imaginarlo con la piel del rostro caliente, algo avergonzado, probablemente por lo que estaban haciendo, pues, contrario a lo que cualquiera podría imaginar, era muy pudoroso.

— Entonces... ¿Decías? — se reclina en el sofá, ahora mucho más relajado y sin borrar la sonrisa de su rostro — Sobre lo que hicimos anoche.

— No he podido dejar de pensar en ti — repite, con energía renovada al sentirse correspondido — en cómo te movías anoche — Matt sonrió, complacido con sus palabras — en tus gemidos.

— Dime más.

— Te encantó gritar mi nombre — por supuesto que sí, sobre todo porque le encantaba la reacción de Frank — y me tomaste tan bien. No puedo esperar a llegar a casa, apuesto a que estarás listo para mí.

— ¿Qué te hace creer eso? — pregunta con burla, pero sabe que es verdad, que seguramente estaría esperándolo con las piernas abiertas una vez que cruzara por esa puerta.

— Te conozco — y mentiría si dijera que eso no le excitó más que cualquiera de sus palabras anteriores. Era la seguridad con la que lo dijo. Entonces soltó un jadeo ligero que se escuchó a través del teléfono — conozco cada parte de ti, Rojo, y ahora mismo me encantaría poder pasar mi lengua por todos esos lugares.

— ¿Qué otra cosa te gustaría hacer? — debía admitir que comenzaba a emocionarse, aunque se sentía ridículo en cierta parte por ello, pero no podía hacer nada por su piel erizada que comenzaba a molestar contra su ropa.

Horror Kinktober 2022 [Fratt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora