Todas conocemos a Christopher Morgan, el hombre sexy, celoso, tóxico, líder y posesivo.
Lo que no conocemos es a su esposa Nyx, ella puede mostrar la otra cara de Christopher. Un amor algo sano, donde los dos son iguales pero se aman.
La palabra ama...
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Nyx Velour
El palo estaba lo suficientemente resbaladizo para hacerme caer, pero realice la rutina perfecta frente a mis compañeras que apenas terminé, todas aplaudieron.
Una sonrisa presumida se emplea en mi rostro mirando a las chicas, Alexa llega a mi lado y empieza a decirme lo buena que soy.
—¿Cómo carajos sabes tanto? — pregunta mi hermana.
—Ya sabes, soy la mejor en todo y esto no es la excepción.
Artemisa rueda los ojos mientras yo empiezo a estirarme, Rachel pasa y cae en el intento de dar la vuelta, la risa de todas no tarda y yo la miro burlona.
—¿Te caíste? — digo formando un puchero.
Me mira mal para luego pasar por mi lado chocando su hombro con el mío, Christopher pasa por la sala de entrenamiento y al verme, entra al lugar. Me detalla mientras puedo ver como su mirada seria empieza a mostrar deseo puro.
—Alto coronel — dice Artemisa interponiéndose — Perdiste un show.
—Me lo dará en la noche — responde burlón.
—No lo creo —refuta Artemisa con la misma burla — Saldrá conmigo hoy.
Me mira por un instante y una mueca de burla se posa en mí.
—Conmigo, con Chris y con Tiago — termina Artemisa.
Alexa está por reírse, pero yo me la llevo antes de que Christopher nos asesine por eso. Artemisa se sigue burlando de su cuñado mientras la entrenadora se acerca a mí.
—Después de la danza hindú, las luces se tornarán rojas y empezará el show de pole dance.
Asiento ante el cronograma, Alexa pregunta sobre si ya hablaron con la encargada mientras yo me encamino hacia mi esposo para ahora sí saludarlo.
—Hola cariño — digo cuando estoy a su lado.
Christopher me mira y su mano va directamente a mi cintura, dejo un beso en sus labios con la intención que sea corto, pero él obliga a que se vuelva largo.
—Dilo — dice contra mis labios.
—Te amo.
Sonreímos solo para los dos, pero la tos de Artemisa me devuelve a la realidad, Christopher está por ahorcarla, pero yo le dedico una mirada a mi hermana para que se vaya, alza las manos como muestra de paz y Christopher no me vuelve a desaprovechar cuando vuelve a centrarse en mí.
—¿A dónde irás? — pregunta acomodándome un mechón del moño mal arreglado.
—Iremos a un bar, bailaremos un poco como los viejos tiempos — contesto mientras trato de peinar su cabello rebelde — Quiero emparejar a Artemisa con Tiago ¿Qué opinas?
