Todas conocemos a Christopher Morgan, el hombre sexy, celoso, tóxico, líder y posesivo.
Lo que no conocemos es a su esposa Nyx, ella puede mostrar la otra cara de Christopher. Un amor algo sano, donde los dos son iguales pero se aman.
La palabra ama...
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Narrador Omnipresente
Tres semanas habían pasado y Nyx había desaparecido para todos, menos para su prometido. Él sabía que ella había partido para seguir con su plan y con él respaldándola en Londres no había poder que la retengan.
El lugar era sin mucha iluminación, personas borrachas a su alrededor, sintió el sonido de las ratas pasar, pero eso no hizo que disminuyera su paso.
La pelinegra tenía la mirada fría y calculadora, asustando a las personas a su alrededor que retrocedían de manera sumisa.
Avanzó hasta lo más profundo del lugar sin importarle los pequeños roedores que pasaban rápidamente por el suelo, le dio una mirada al supervisor que tenía cara de matón.
Le abrieron rápidamente la puerta y estaba frente a una mesa de póker, había solo una persona en el mismo espacio que ella que se encontraba de espaldas encendiendo un cigarro.
— ¿Qué te trae por aquí, Velour? — cuestionó la persona mientras volteaba para encararla.
Nyx sonrió antes de avanzar y sentarse sin ningún permiso, se reclinó en la silla mientras que extendía una foto en la mesa.
Las uñas de la persona al frente se encajaron en su palma mientras veía la imagen con repudio.
— Sabes para qué vine, ahora te ofrezco aliarte a mí y destruir a este bastardo.
┊ ♡
El ministro tomaba su vaso de whisky mientras miraba la ciudad de Londres, habían soltado a Mascherano hace un par de horas y el teléfono reventaba por tantas llamadas de Alex.
Ignoró todo hasta que un Parker molesto entró por su oficina como diablo que lo llevaba.
— ¿Por qué carajos soltaron a Mascherano? — exigió respuestas.
Christopher volteó a verlo con una sonrisa burlona por la demanda de Parker mientras tomaba un gran sorbo ante la atenta mirada.
— Yo lo ordené. — dijo obvio Morgan — Prepara las tropas mañana mismo salimos hacia Italia.
— ¿Dónde está Nyx? — cuestionó masajeándose la cien.
— Ese no es el tema, ahora haz lo que demandó.
Parker salió a regañadientes, no tenía nada de respuestas y eso lo frustraba, la general lo logró localizar y avanzó a él tratando que se tranquilice.
Estaban intentando algo un poco apresurado, pero con una buena conexión, Dominik era guiado por su ¿novia?, que lo tomaba de la mano y se lo llevaba a paso rápido.
Amaris cerró la puerta de golpe y se volteó a abrazar a su novio, lo había notado muy estresado y no era para menos, ella también lo estaba.
Más que todo confundida, estaba preocupada por su amiga y estaba preocupada por la central.
