Todas conocemos a Christopher Morgan, el hombre sexy, celoso, tóxico, líder y posesivo.
Lo que no conocemos es a su esposa Nyx, ella puede mostrar la otra cara de Christopher. Un amor algo sano, donde los dos son iguales pero se aman.
La palabra ama...
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Christopher Morgan
El acto de amor más grande que le puedo dar a Nyx es dejarla ir.
La pelinegra se separa de mí y me dedica una sonrisa, para luego abrazarme.
—Nos tenemos que ir — avisa un agente.
Se separa lentamente de mí, me mira con los ojos brillosos mientras me toma de las manos.
—Protege a Artemisa por mí y cuídate, cuídate mucho. — pide.
Asiento para ella y cuando empieza a alejarse de mí, hablo.
—Nena, dilo.
—Te amo, lobito. — dice sonriendo.
El agente la guía y desaparece de mi vista, mis puños se cierran al verla salir de mi vida. Patrick entra posicionándose a mi lado.
— Hiciste bien, estoy orgulloso de ti hermano.
Asiento, saliendo de la habitación y encaminándome a mi oficina. Cuando llego a esta, aviento la puerta creando un estruendo, avanzó hacia el escritorio tirando todo lo que se encuentra sobre este.
Golpeo la pared varias veces, rompiendo mis nudillos, la sangre empieza a salir pero el dolor es nulo, el rostro de Nyx empieza a repetirse en mi mente.
No sé cuanto tiempo para, solo siento como me agarran de los hombros apartándome golpeo a la persona que me toma.
—¡Carajo! Christopher cálmate. — exige Alex.
—Suéltame.
—No te puedes poner así por ella. — habla Tiago.
—No te atrevas a nombrarla. —me voy contra él.
—Te dejó, nos dejó.
—Yo la dejé ir — escupo — No vuelvas a nombrarla y aquí se nota que Nyx nunca te importó.
Me libero de su agarre con unos cuantos golpes, se viene contra mí agarrándome del cuello.
—Christopher, para ya — vuelve a hablar — Llevas un día entero así.
No les vuelvo a dirigir la palabra porque me largo de la central dirigiéndome a casa.
La llegada a la casa es Zeus, yéndose encima de mí y yo dirigiéndome al bar. El whisky entra a mi garganta de un sorbo, arde la primera vez pero luego me desentiendo del mundo enfocándome solo en beber el alcohol.
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Nyx Velour
La avioneta me esperaba con tres agentes frente a esta, una mujer de cabello castaño asiente hacia mí y me ayuda a subir a la camioneta.
