📹 CAPÍTULO DIECINUEVE

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— ¿Sherk? —

— ¿Sherk? —

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Londres

Narrador Omnipresente.

Christopher Morgan se encontraba en su pent house, Marie junto a Miranda se encargaban del aseo y la cocina de la casa.

Desde hace tres años que la exesposa de Morgan marchó y con eso solo le tuvo luto un mes, luego de esto empezó hacer el mujeriego que hoy en día lo convierte en un hijo de puta.

— Hijo — lo regaña Marie entrando a la habitación.

Christopher pasa por alto el apodo y se levanta de la cama donde se encontraba una rubia.

— Gemma estará aquí en dos horas. — avisa Marie — Por fin llega mi pequeña.

<< La vio ayer. >> fue el pensamiento de Miranda.

Christopher no le da respuesta, solo rueda los ojos, para salir por su lado dirigiéndose a la ducha.

— Miranda — llama a la joven — Desasté de la rubia.

Está asiente y se dirige hacia donde se encontraba la chica de turno como ella las llamaba.

— Eso es insensible de tu parte. — le regaña Marie.

— ¡No puede ser! Descubriste quien soy. — dice con ironía palpable.

El coronel la ignora y se encarga que la ducha fría se deshaga del olor a sexo que le había dejado.

Mientras se vestía para ir a su central, se encargó de servirse un vaso de whisky.

El líquido ardiente no lo inmutó, solo lo revivió del ensañamiento por levantarse.

Las pisadas de Zeus se hacen presente, Christopher voltea a ver al animal que le mueve la cola entusiasmado.

— Vamos.

El perro lo obedece, hace algunos días Gemma había llegado a la central de Londres.

Se había enamorado de Bratt desde pequeños pero este se encontraba emparejado a Rachel a punto de casarse.

Liz, la amiga influyente de Gemma, se encargó de juntar a Christopher y Gemma, desde ese momento Lancaster había quedado perdidamente enamorada del coronel.

— Ogro, ya llegué. — saluda cuando Christopher abre la puerta principal para partir.

Este solo la ignora pasando por su lado, las dos Lancaster lo siguen mientras Christopher toma la correa de Zeus para montarlo al auto.

<<¿Qué mierda?>> — piensa Christopher al ver el Shrek colgado en su auto.

— ¿Cómo te subiste a mi auto?

— ¿Te gusta? — pregunta ilusionada.

Christopher solo tomo el Shrek en sus manos y lo arrojó hacia atrás, el peluche fue a caer en la boca de Zeus que lo despedazó.

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐈𝐍𝐄 (𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨𝐩𝐡𝐞𝐫 𝐌𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora