Todas conocemos a Christopher Morgan, el hombre sexy, celoso, tóxico, líder y posesivo.
Lo que no conocemos es a su esposa Nyx, ella puede mostrar la otra cara de Christopher. Un amor algo sano, donde los dos son iguales pero se aman.
La palabra ama...
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Nyx Velour
Siento una respiración en mi cuello y abro mis ojos lentamente, choco con la realidad de golpe.
Christopher acostado encima de mí mientras me abraza por la cintura y yo acaricio su nuca.
— Buenos días — saludo cuando deja un beso en el hueco de mi cuello.
— Buenos días — habla antes de levantar la mirada.
Sonrió al tenerlo así, mientras intenta dejar un beso en mis labios.
— No — me niego, me mira mal para luego querer levantarse — Tengo que lavarme los diente amor.
Río, ante la nueva mirada que me manda, dejo un beso en sus labios antes de escaparme al baño para asearme.
Mientras me enjuago los dientes, las manos de Christopher se pasean por mi cintura, él se empieza a lavar mis dientes a mi lado mientras yo paseo mis manos por su abdomen.
— Bien, ahora si dame mi beso — hablo divertida.
Rueda los ojos antes de apegarme a él y estampar sus labios junto a los míos.
Yo lo amaba.
Me hace dar un salto, para enrollar mis piernas en su cadera, mientras el beso se intensifica.
— Mío — dictaminó cuando se separa.
Sus besos se pasean por mi cuello, mientras que me deposita en la cama, se ubica entre mis piernas y aprieta uno de mis muslos.
Deja besos por todo mi rostro y yo sonrío ante la manía, empieza a darle atención a mis senos mientras que yo disfruto de su toque.
— Mía — dictamina ahora él.
Introduce uno de sus dedos en mí, jadeo en respuesta.
Cuando llego a mi primer orgasmo, se introduce en mí de golpe causando un placer que no había disfrutado en años.
Sus caricias moldean mi cuerpo como si de una obra se tratara, las estocadas son fuertes y rápidas.
Nuestros gemidos inundaron el cuarto y el disfrute de los dos vaya que se escuchaba, cuando los dos terminamos él me acuesta encima de él.
Paseo mis dedos por su rostro, detallando sus rasgos, los ojos los mantiene cerrados mientras yo decido volver hacer mi costumbre.
Empiezo a dejar besos por todo su rostro, una sonrisa se cruzó por su rostro.
Una sonrisa que trato de esconder cada que estaba conmigo.
Me da la vuelta y yo quedo debajo de él, acaricia mi cabeza y entrelaza mi mano con la suya.
