mi clase de nigromante

capitulo 151-frente sur 3

Matheson estaba protegiendo el lado sureste de la aldea, provocando a enemigos mucho más fuertes en una tormenta de hechizos para matarlos, pero esto solo duraría un tiempo: la tormenta mágica se estaba reduciendo.

"Hmm, estaré corriendo lo suficientemente pronto". miró preocupado la nube que se encogía rápidamente.

"Mierda..." exhaló cuando vio algo peligroso.

Entre algunos profundos gemidos de madera, había mucho movimiento en el bosque: una fuerza de cinco antárboles deambulaba lentamente por él, y fue entonces cuando vieron a Matheson; para los antárboles, él era simplemente un refrigerio lleno de líquido durante su conquista de expansión del nido.

Recogidas fáciles.

Matheson se congeló, con la esperanza de que su movimiento no los atrajera, pero solo estaba agarrando un clavo ardiendo: cargaron de inmediato.

Cinco treant hectopede se le venían encima, cada uno de ellos tan rápido como esqueletos.

Como parte de su entrenamiento, Matheson había estado corriendo todo este tiempo: corriendo colina arriba hasta la asociación de aventureros, corriendo a través de Losla hacia las mazmorras, corriendo dentro de las mazmorras. Su estadística de destreza también era bastante alta, es donde puso la mayoría de sus puntos debido a su clase de estoque, pero aún no era tan rápido como estas criaturas. Lo atraparían, solo era cuestión de tiempo.

Mientras tanto, la tormenta se estaba reduciendo rápidamente. Simplemente no podía confiar en ello por más tiempo.

Contra cinco de ellos solo tenía una opción: correr.

No había muro alrededor de Losla, ni vallas tampoco. Matheson podría simplemente correr entre las casas y dejar que los antárboles aplastaran y destruyeran las casas de los campesinos a su antojo, mientras él escapaba fácilmente.

“Hmm…” lo consideró por un momento. Realmente no le importaban algunos campesinos débiles, pero recordaba cómo era su padre.

“Definitivamente me culparían por eso, y mi padre eventualmente lo descubriría. Encontraría una manera de castigarme, tal vez quitarme las armas solo para ralentizar mi desarrollo... Tch. Parece que no tengo otra opción. apretó los dientes y salió corriendo, pero no entre las casas para ponerse a salvo.

A Matheson no le habría importado que las criaturas destrozaran las casas de aspecto sucio de los campesinos, pero por ahora parecía que tendría que correr entre la tormenta mágica y el lado sur de las casas de Losla, en dirección al oeste.

Al pasar por las casas, notó algunas caras en las ventanas, mirándolo con asombro. Lo miraron como si fuera su héroe.

“¿Qué diablos están mirando? Sus caras… se ven tan diferentes”. pensó mientras corría.

Como no entendía sus miradas esperanzadas, sus miradas solo lo enojaron más.

Una extraña sensación se apoderó de Matheson mientras corría, cada vez que pasaba por una casa, veía algunos ojos esperanzados mirándolo.

Las personas que él consideraba campesinos lo miraban como si lo amaran, nunca había sentido un sentimiento tan extraño.

Era diferente a todas las demás sonrisas que había visto: la sonrisa de comemierda de un enemigo político, la sonrisa orgullosa de otros nobles, la sonrisa falsa de las personas que intentaban complacerlo, la sonrisa desdeñosa de un amigo manipulador, las sonrisas burlonas de los guardias, las miradas exigentes de su propio padre.