Por favor… deja de lastimarlos…” Gritó la suave voz de una chica.
Jay hizo una pausa, sorprendido de escuchar la voz de una mujer joven aquí, un barranco oscuro lleno de sanguijuelas mortales de todos los lugares.
“Seguramente ya todos estaban muertos…” le preguntó a Anya para asegurarse de que no estaba loco.
"¿Se enteró que? ¿La voz?" le preguntó a Anya mientras miraba a su alrededor en busca de la fuente de la voz.
Dado que las sanguijuelas de líneas rojas ya no atacaban ni se acercaban, hizo que sus esqueletos dejaran de atacar temporalmente debido a lo que dijo la voz: parecían congelarse como estatuas en medio del ataque, aún listos para continuar la masacre después de la más mínima señal. de jay
"¿Ves a alguien?" preguntó.
"No, no veo nada... ¿No deberían estar todos muertos ahora?"
De repente, la formación del círculo de sanguijuelas con líneas rojas se movió y se abrió a un lado.
Anya apuntó su ballesta a la entrada del círculo cuando entró una chica con un abrigo con capucha. Se mantuvo lo suficientemente alejada de la luz para que todo lo que Jay y Anya pudieran ver fuera la tenue piel blanca de sus manos y rostro. La ropa que llevaba puesta se mezclaba con la oscuridad y casi la hacía parecer una cabeza flotante.
“Lo siento…” dijo “por favor solo vete…” Escondió su rostro bajo el capó.
“¿Qué quieres decir con que lo sientes? ¿Qué hiciste? ¿No quieres nuestra ayuda? preguntó Jay.
La chica miró hacia abajo, ocultando su rostro.
“¿Por qué las sanguijuelas no se la están comiendo viva…” se preguntó Jay mientras comenzaba a sospechar; sostuvo una mano detrás de su espalda, ocultando algo de la vista de la chica.
“Estamos aquí para exterminar a las sanguijuelas, no podemos simplemente irnos. No después de lo que le pasó a esa aldea. Anya respondió: “La sangre requiere sangre, y esta infestación se ha ido de las manos. No podemos dejar pasar esto, y tampoco lo hará la asociación. Las sanguijuelas aquí deben ser sacrificadas.
Jay entrecerró los ojos hacia la chica, asintiendo con la cabeza mientras levantaba su escudo. Todavía se preguntaba cómo una mujer joven estaba parada allí, pidiéndoles que se fueran mientras estaba rodeada de monstruos. Parecía que incluso la obedecían.
Después de estar molesto por no saber, bajó la voz y preguntó directamente.
"¿Por qué las sanguijuelas no te atacan?"
La chica de la capucha miró hacia un lado, hacia la oscuridad.
“Solo estaba… ellos son inofensivos… y mi familia, ya que todos los demás están muertos… después de lo que pasó…” comenzó a llorar, bajando la cabeza. Ella no tenía ningún sentido para Jay, parecía que su boca no podía seguir el ritmo de sus pensamientos.
Jay no escuchó la siguiente parte, pero susurró esto para sí misma:
“La sangre de mi familia corre a través de ellos, por lo que son mi familia… y nadie les hará daño”.
Jay continuó: “Vinimos aquí para salvar a los sobrevivientes. ¿Qué pasó con tu familia? ¿Y las otras familias? ¿Y cómo es que no te están atacando? ¿No quieres venir con nosotros? Podemos irnos ahora mismo. Jay cuestionó a la chica misteriosa. Quería analizarla pero estaba demasiado lejos.
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mi clase de nigromante
MaceraJay era simplemente un carnicero que vivía en un pequeño pueblo en las afueras de un mundo mágico. Cuando los humanos llegaran a la mayoría de edad, recibirían su clase de un conducto de maná y comenzarían sus vidas como aventureros. Estado" pensó J...
