mi clase de nigromante

capitulo 53- final 1

Una diminuta sanguijuela roja se alejaba retorciéndose, era baja y gorda, aunque sorprendentemente rápida.

Jay sonrió, su suposición fue correcta cuando saltó hacia él.

Intentó retorcerse un poco más rápido después de darse cuenta de que lo habían encontrado.

Jay levantó su pie sobre él, presionando ligeramente contra la sanguijuela para evitar que se retorciera, haciéndola rodar en una pelota con su pie. Comenzó a hacer pequeños chirridos cuando quedó atrapado.

Con una sonrisa plácida y pacífica, Jay dijo dos palabras.

"Se acabó."

Luego levantó el pie en alto y pisoteó, torciendo el pie sobre él, formando una pasta roja, su cuerpo salpicando el suelo. Jay ya estaba cubierto de suciedad, por lo que no le importaba mancharse más la suela del zapato.

Goo estaba chorreando por debajo de su zapato mientras una sonrisa malvada apareció en el rostro de Jay, haciéndose más grande a medida que giraba el talón sobre ella, finalmente vengándose por lo que la sanguijuela le hizo.

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"Finalmente. Se acabó. Pequeño parásito astuto. dijo mientras bajaba del cadáver de las sanguijuelas y frotaba su zapato en una roca cercana. No mostró remordimiento por matar a alguien que claramente había perdido su humanidad. Incluso disfrutó matándolo después de que lo cubriera de baba, sin mencionar lo que le hizo a la aldea: tragarlo lo hizo personal.

Con un suspiro se sentó, mental y físicamente agotado después de todo lo que acababa de pasar.

“Ese podría haber sido yo… Me pregunto qué pasó para convertirla en un monstruo tan asesino… ¿Era así antes o su clase comenzó a cambiar sus pensamientos…” Jay había fruncido el ceño mientras pensaba para sí mismo.

“¿Qué va a impedir que me vuelva así? Todos tenemos el potencial de convertirnos en monstruos, pero ella siguió adelante…”

"¿Mis pensamientos también están comenzando a cambiar?" se preguntó, sus pensamientos luego a la deriva a su libro.

“El libro parece ser lógico, tal vez pueda mantenerme centrado, anclado en la realidad. Tal vez mi libro parece ayudarme a mantenerme normal…”, pensó.

“El libro parece estar hecho para preparar una mente para la eternidad; un cuerpo inmortal requiere una mente inmortal, para que no se hunda en la corrupción. Hmm... Me pregunto si incluso un poco de corrupción en la mente, extendida a lo largo de una eternidad, puede deformar y convertir incluso a las personas de mente más pura en demonios".

“Supongo que bajo las circunstancias correctas, cualquiera podría cambiar… este libro es bastante valioso cuando lo pienso así. Supongo que una de las únicas cosas que se quedan eternamente contigo es tu mente de todos modos”.

"Incluso si hay un poco de corrupción en mí, si la extiendes por toda la eternidad, probablemente me volvería peor que el monstruo más retorcido y vil con el que Rosa podría soñar..."

Anya notó a Jay, comenzando a entrar en la grieta de luz que descendía desde la parte superior del barranco con una mirada extraña en su rostro.

"¿Estás bien, Jay?" Anya preguntó, su voz parecía más suave de lo habitual para Jay, él podía decir que ella era genuina por lo que respondió con sinceridad.

"Rosa y yo, ambos tenemos clases de monstruos... Solo estoy pensando... Me alegro de no ser así..."

“Tus acciones te definen, Jay”. fue la única respuesta de Anya mientras se sentaba a descansar también. Se sentaron en silencio por un rato antes de que Anya cambiara de tema.