Jay y Anya continuaron escabulléndose a través de la niebla detrás de los esqueletos mientras los dihexapedes continuaban chillando y gritando a través de la mazmorra. Después de caminar por un tiempo, una alta torre negra emergió lentamente de la densa niebla. Estaba hecho de pesados bloques de la misma piedra oscura que el resto de la mazmorra.
La entrada no tenía puerta y se extendía hacia afuera de la estructura como un túnel. Después de enviar un esqueleto para asegurarse de que no era una trampa, Jay rápidamente asomó la cabeza para echar un vistazo: por dentro, era solo una habitación vacía. No había ventanas ni escaleras que subieran a lo alto de la torre; ni siquiera había una puerta.
"Extraño. No vi ninguna otra estructura antes de que empezáramos a caminar... Es como si esta torre apareciera de alguna manera". Jay susurró.
"Yo tampoco." Anya se encogió de hombros.
Después de mirar alrededor y no encontrar nada útil, los dos se fueron de nuevo. Sin embargo, Jay no pudo evitar preguntarse por qué la extraña torre había aparecido en la niebla. Solo podía adivinar que se levantó del suelo y era simplemente otra parte extraña de la mazmorra.
Continuaron aproximadamente en la dirección de la pirámide, dejando la torre vacía en la niebla detrás de ellos.
De repente, Jay se detuvo en seco y miró a su alrededor mientras los esqueletos formaban un círculo a su alrededor.
"¿hm?" Anya le lanzó una mirada inquisitiva.
"¿Escuchas eso?" él susurró.
"¿Escuchar que?"
"Exactamente... todos están callados".
El único sonido era una suave brisa que viajaba a través de las ruinas, ya que los dihexápedos que llamaban ahora estaban en silencio, pero no por mucho tiempo.
Sonidos de múltiples gritos bramaron, un crescendo de voces gemidas sonó alrededor de Jay y Anya.
"Joder, estamos rodeados... parece que son cazadores en manada", dijo Jay, levantando su escudo.
*Skriiiiii!~*
El primer dihexápedo apareció de la niebla con un ataque cortante contra uno de los esqueletos: el esqueleto lo vio venir en el último momento y estaba listo, preparándose antes de recibir un golpe.
Los dos esqueletos que estaban cerca se pusieron a trabajar, golpeando con sus martillos a la criatura.
El dihexápedo era mucho más corto que el nivel 133 con el que se encontraron inicialmente, y su velocidad era igualmente más lenta; aproximadamente a la misma velocidad que uno de los esqueletos, aunque todavía era increíblemente rápido para los estándares humanos.
Sin tiempo para descansar, otro dihexápedo apareció desde el otro lado del círculo defensivo.
Anya ya comenzó a lanzarles rayos, lo que los hizo tambalearse por un momento y permitió que los esqueletos obtuvieran algunos golpes fáciles.
Mientras tanto, Jay aún no había actuado. Parecía en conflicto ya que todavía estaba escuchando los sonidos chirriantes; a pesar de que había numerosas voces, solo estaban siendo atacados por dos. Quizás estos dos dihexápedos fueran simplemente la punta del iceberg.
De repente, los dihexápedos se miraron y se alejaron corriendo, subiendo de nuevo a las ruinas y escondiéndose en la niebla.
"Eso fue raro...", dijo Anya, "¿tal vez tenían miedo el uno del otro?"
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mi clase de nigromante
AventuraJay era simplemente un carnicero que vivía en un pequeño pueblo en las afueras de un mundo mágico. Cuando los humanos llegaran a la mayoría de edad, recibirían su clase de un conducto de maná y comenzarían sus vidas como aventureros. Estado" pensó J...
