Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|

Capítulo 4.

Después de haber hecho una ensalada para cenar, me dirigí a la recámara a acomodar lo que me faltaba. El coche de James se escuchó y bajé.

-Buenas, buenas -cerró la puerta y colgó las llaves lado ella.

-Hola -lo besé-, ¿cómo te fue?.

-Ah -se levantó de hombros, se veía bastante tenso-, fue un día bueno, pero difícil.

Ayudé a sacar su saco y sonrió.

-¿Cenamos? -desabroché su corbata.

-Si, ha sido un día bastante agetiadro, y me ha dado mucha hambre.

Me dirigí hacia la cocina, llevé los platos, vasos, el té de limón y la ensalada.

-Se ve delicioso -serví la ensalada en su plato y la probó-. Sabe deliciosa.

-Muchas gracias, joven -bromeé-. Hice todo lo que pude.

Cenamos mientras me contaba sobre su agotado día de trabajo.

-Entonces déjame ver si entendí, ¿a ella la golpea su esposo y por eso quiere separarse? -pregunté.

-Así es.

Lavamos los platos juntos y nos dirigimos a nuestra recámara.

Me puse mi bata larga de seda color rosa pastel y mis pantuflas blancas.

James, por su parte, se puso su pijama a cuadros azul, combinada con una camiseta blanca, y pantuflas negras.

Nos lavamos los dientes y nos metimos bajo las cobijas.

-James... -susurré ya cuando las luces estaban apagadas.

-¿Mande? -me miró con paciencia.

-Tú... ¿me dejarías de querer?.

-¿Qué?, ¡no! -frunció el ceño y pegó su perfecto abdomen a mi-. ¿Por qué lo preguntas?

-Sentí la necesidad de preguntar, es todo -sonreí.

-No, pues no. Deja de pensar semejantes estupideces. ¿Crees que dejaría de quererte después de todo lo que tuvimos que pasar?

-No.

-Entonces olvida el tema, te amo -me plantó un beso.

-Yo también te amo mucho -cerré los ojos con tranquilidad.

La verdad es que si sentí la necesidad de preguntar. No es ninguna cosa en especial, simplemente se me vino a la mente. Y salió de mi boca.

Caí en un profundo sueño.

[...]

POV James.

Abrí los ojos. Justo a tiempo para apagar la alarma. Lo primero que vi, fue ese hermoso rostro.

Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida. Simplemente ella es mi vida. ¿Como se le puede ocurrir que la dejaría de querer?.

Hice para atrás un mechón que caía por su rostro y sonreí. Es tan hermosa.

Besé sus labios, los cuales estaban frucidos. Parecía que estaba teniendo un mal sueño.

Me levanté con cuidado para no despertarla.

Entré en la ducha.

Cuando estaba quitando el champú de mis ojos escuché gritos. ¡Es ____________!

-¡James!

Amarré una toalla a mi cintura y salí empapado.

-¿Qué sucede, mi amor? -me senté en la cama, mientras ayudaba a que ella lo hiciera.

-Estás aquí -soltó un aire de alivio mientras se recargaba en mi pecho.

-Estoy aquí, ____________ -fruncí el ceño, pero no dejé de acariciar su cabello-. ¿Por qué no lo estaría?.

-James... -se levantó de mi pecho-, soñé que te ibas con otra mujer -me miró con intranquilidad.

-Te dije que nunca te dejaría, ____________.

-Yo sé, pero no se que me sucede -frució el ceño.

Esto me está comenzando asustar.

POV ____________.

Él se veía asustado. Parece que lo estoy preocupando de más.

-Pero te veo y estás aquí -sonreí falsamente-. Ve y has lo que te falta, mientras yo te hago el almuerzo.

-De acuerdo -dijo confuso.

Se levantó y entró en el baño. Yo puse mi bata y bajé a la cocina.

Preparé unos huevos revueltos y jugo de naranja natural. Puse pan en la tostadora y acomodé platos y vasos sobre la mesa. El pan salió, y James bajó, con la corbata desamarrada y el saco negro entre sus manos.

-Yo te acomodo esto -sonreí mientras me acercaba a él.

-Te lo agradecería -sonrió.

Amarré su corbata, esta vez roja, y tomé su saco, lo colgué en una silla. James se sentó en su lugar y yo serví el desayuno.

-Espero te guste.

Probó el huevo con el pan.

-Delicioso, como todo lo que haces.

-Gracias, de nuevo.

Desayunamos mientras me platicaba sobre su caso nuevo.

-Ya te dije, te irá muy bien -sorbí un trago de jugo de naranja.

-Gracias a ti, todo me va bien -sonrió.

-Es que eres tan guapo y simpático que...

Pude ver como sus mejillas comenzaban a tomar color. Se Estaña sonrojando. Mis comentarios lo hacen sonrojarse. Me encanta.

-¡Ya vas a sonrojarte! -solté una carcajada.

-Te encanta ponerme nervioso -con aún más color en el rostro.

-Simplemente digo la verdad, te vez tan hermoso con ese traje -seguí-, me encantas, James.

-¡____________! -gritó riendo-. ¡Basta!. Aunque bueno, tú también me encantas -sonrió.

Subió a lavarse los dientes, mientras yo lavaba los platos.

Él bajó, y yo ayudé a poner su saco.

-Me voy, que se me hace tarde -besó mis labios-. Te amo.

-Te amo.

Salió y yo subí a ver televisión en la recámara.

[...]

Estaba tan aburrida, que pensé que podía hacer.

Todo estaba rechinando de limpio, no tenía nada que lavar ni limpiar.

Me duché. Puse un vestido fresco y me maquillé. Tomé mi bolso y un taxi.

[...]

No había nadie en recepción, así que entré sin preguntar si había alguien en la oficina de James.

-Es que no sabes todo lo que he pasado con él -dijo llorando.

¿Que rayos es esto?. Una mujer morena esta en los brazos de mi marido.

-Lo siento, no quería interrumpir.

-____________, mi amor... -dijo nervioso mientras se quitaba de encima a esa...-, no interrumpes nada.