Capítulo 26.

649 69 12
                                    

Cuando abrí los ojos no vi más que una habitación de madera, donde todo estaba totalmente descuidado. La habitación estaba ocupada solamente por una cama individual, una linterna, y un bote de pintura.

Yo estaba amarrada a una silla también de madera, mi boca estaba cubierta por una pañoleta roja y aún sentía pesadez en los ojos. Tal vez sea efecto de lo mismo con lo que me había dormido. Mi cabeza estaba caída y mis manos por detrás de la silla. En verdad dolía.

Intenté mover mis piernas, pero me di cuenta que también estaban amarradas a la silla.

Quería gritar. Quería escapar.

Parecía que era de día, gracias a que podía entrar un poco de luz por entre las cortinas negras.

-Hola, hola, princesa hermosa -entró por la puerta de madera-. ¿Cómo amaneciste? Creí que no despertarías por tanto cloroformo que usé.

Se acercó a mi y dejó un beso en mi cuello. Intenté hacerme para atrás, pero verdaderamente fue inútil.

Rió y me bajó la pañoleta al cuello.

-¿Por qué me tienes aquí?

-¿No me reconoces? -apretó los labios y sonrió con los ojos entre cerrados.

Es Oliver, ¿no?. Oliver Kingston.

-Te daré una pista, querida... ___________...

Sonrió.

Santo Dios. Por todo el universo.

-¿Manuel?

-Le has acertado, ___________ -sonrió.

Me sentí palidecer y comencé a respirar exageradamente.

-No temas, cariño -acarició mi rostro con su dedo índice-. No te haría daño, yo siempre te he amado.

-Alguien que ama no intenta violarte.

-¡Callate! -gritó agarrándose la cabeza con las dos manos-. ¡Yo te amo, __________! -se acercó a mi de nuevo y se sentó en mis piernas.

Sentí como las lágrimas empezaban a correr por mi rostro. Esto verdaderamente es asqueroso.

-Déjame libre, por favor...

-¡Si hubieras aceptado haber hecho el amor conmigo no estuviéramos aquí! -gritó.

-¡Auxilio! -grité-, ¡necesito ayuda!

Comenzó a reírse.

-No habrá nadie quien te escuche... No te imaginas donde estamos -alzó las cejas-. Quiero que no intentes escapar... Porque entonces todo se pondrá mal... Y no queremos eso, ¿verdad? -me dio un beso corto en los labios-. Voy a comprobar algo que tengo por sospecha...

¿De qué habla? Esta loco. Desquiciado.

-Pero no me arriesgo... -subió la pañoleta a mi boca de nuevo-. Te amo, cariño.

POV James.

-¿¡Cómo que ella no ha venido por aquí!? ¡yo la dejé ésta mañana justo en frente!

Me estaba exasperando. Era un sentimiento inexplicable.

Hacia ya horas __________ debería haber estado en casa, conmigo. Ni siquiera salimos a comer. Ni siquiera me había marcado, mandado algún mensaje. Esto es tan desesperante. Me siento tan mal.

-Pues ya le dije que no está aquí... Ella no ha venido desde hace semana y media.

Ella no se veía muy convincente. Parecía como si tuviera miedo. ¿La estoy asustando?.

-Bien... No sé qué creer realmente.

No había dado otra razón para que se hubiera escapado. Es demasiado extraño.

Apreté la mandíbula y salí del edificio. Subí a mi coche y manejé rumbo a casa de los Schmidt.

[...]

Toqué el timbre y esperé moviendo el pie.

-Hola, James -dijo el papá de _________-. ¿Qué te trae por acá?

-Suegro, no encuentro a su hija por ningún lado.

Él frunció el ceño.

-¿Cómo que no la encuentras? ¿fuiste a su trabajo?

-Claro, también fui a casa y no está por ningún lado.

-¡James! -gritó Kendall mientras bajaba las escaleras-, ¿que sucedió ahora?

-Nada... Ésta mañana estábamos muy bien, no hice nada para que se molestara o algo...

-Le llamaré a Kate -sacó su teléfono del bolsillo y comenzó a teclear muy rápido-. Kate, ¿está mi hermana contigo? -me miró mientras mordía su labio inferior y sostenía el teléfono con nerviosismo-. No, es solo que no está por ningún lado... Bien, acá te espero -guardó su celular-. No, no la ha visto desde el día que salimos a comer.

-Bien... Entonces seguiré buscando, tendré que ir a levantar un acta para que empiecen a buscarla.

Salí sin más y me dirigí a la procuraduría.

[...]

10:30 p.m.

-Buenas noches -dije apoyando mis codos en la mesa donde estaba un policía-. Vengo a reportar a alguien desaparecida.

Me miró con los ojos entre cerrados.

-De acuerdo, ¿cuánto tiene esa persona de desaparecida? -puso sus manos en el tablero del computador.

-Horas.

Rió.

-Amigo, no podemos hacer nada hasta que tenga setenta y dos horas.

-¿No entiende? ¡es mi esposa! ¡maldita sea!

-Aunque sea la del presidente, debemos respetar ese horario.

-Necesito encontrarla -musité.

-Y nosotros tenemos más trabajo, así que si no le importa... -señaló la puerta.

-Soy abogado, y puedo proceder contra usted.

-Hágalo, solo estoy cumpliendo con mi deber -levantó los hombros-. Cuando su esposa cumpla setenta y dos horas de desaparecida, entonces puede venir.

Golpeé la mesa y salí con los puños apretados. Es tan molesto.

Mi teléfono comenzó a emitir el sonido de llamada. Victoria.

-¿Qué quieres ahora?

-Verte... No sabes cuanto te extraño.

-No te imaginas la cantidad de problemas que me has traído con __________, ya déjame en paz.

-Eso es lo que busco -soltó una risita.

-No estoy de humor, adiós.

Ésta mujer no se rinde.

Subí a mi auto y comencé a llamar al teléfono de __________.

Buzón de voz.

¿Qué sucede realmente? ¿por qué no me contesta su teléfono?

Algo le pasó. Estoy totalmente seguro.

Conduje hasta casa y me tiré en el sofá. ¿Dónde podría estar?.

Llamé a todos los hospitales: Nada. A su abuela: Nada.

Primero sin encontrar a Valerie. Luego, el maldito trabajo que no me deja. Y al final la desaparición de _________.

Volví a casa de Kendall para saber si tenían alguna noticia.

-¿Algo? -dije en cuanto me abrieron la puerta.

-Nada, hermano -respondió-. Papá y mamá ya informaron a sus amigos por si la ven o algo.

-¿Que hago, Kendall? -sentí como mi corazón se aceleró y mis manos comenzaban a temblar-. ¿Qué si le hicieron algo?

Él se acercó a mi y me abrazó.

-Ten fé, James. Estoy seguro que va a aparecer.

POV _________.

La noche ya había caído hacia un buen rato. Oliver, o mejor dicho, Manuel no había llegado.

-¡Maldita sea!

Mejor no lo hubiera invocado.

Estaba muy molesto, pareciera que había recibido malas noticias.

Entró por la puerta de madera y me miró con furia.

-¿Por qué? ¿por qué me hiciste ésto?

Traía un papel arrugado en la mano.

Me bajó la pañoleta al cuello con rudeza y me aventó el papel.

-¿Que te hice?

-Te embarazaste de aquel estúpido, eso me hiciste -gritó.

Mi mundo se detuvo.

[...........]

Xoxo❤

Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora